Un negativo balance que ha cogido con el pie cambiado a los inversores y que les ha propinado un severo correctivo.
El fabricante de aerogeneradores ha contabilizado un beneficio neto de 21 millones de euros, un 53% menos que un año antes. Un descenso provocado en buena medida también por la ausencia del impacto positivo de los ingresos fiscales del año pasado. El Ebit se ha elevado a 159 millones de euros, con un mínimo crecimiento del 1,9%.
Unas cifras muy por debajo de las expectativas del consenso del mercado que esperaba un beneficio de 39 millones de euros y un Ebit de 168 millones de euros. También ha defraudado el margen de Ebit antes de PPA, reestructuración e integración al re,1% reducirse en el trimestre al 6,1% desde el 7,3% de igual período del ejercicio anterior y frente a unas expectativas de los analistas del 6,7%. A ello se añade además el aumento de la deuda neta por encima de los 190 millones de euros.
A pesar de esta enorme decepción, los responsables de Siemens Gamesa se mantienen optimistas a la hora de cumplir sus objetivos para este año, aunque para ello deberán realizar notables esfuerzos, especialmente en la mejora de su margen, en los tres meses que le quedan para cerrar el ejercicio.
Para ello cuenta con sólidos soportes. Las ventas se han mantenido firmes, con un crecimiento del 23% gracias a la positiva evolución en todas sus áreas, donde ha destacado el segmento de eólica marina donde ha alcanzado una actividad récord.
Eso le ha llevado a registrar una intensa entrada de pedidos en 4.700 millones de euros, un 41% más en el trimestre, cubriendo ya el 98% del punto medio del rango de ventas previsto para 2019. La cartera de pedidos del grupo ha alcanzado así los 25.100 millones de euros a finales de junio, un 8,2% superior al de un año antes, lo cual supone un nuevo máximo.
De este modo, y pese a la brutal reacción bajista del mercado a sus cuentas, con una caída de más del 10%, los analistas de Renta 4 han reiterado su precio objetivo a medio plazo sobre los 16,4 euros por acción con recomendación de sobreponderar. Eso supone un potencial de revalorización de más del 20% desde su actual cotización de mercado tras los duros ajustes.