Naturgy controla en la actualidad un 15% de este gasoducto que une a Argelia con España, mientras que Cepsa tiene una participación del 42% y la compañía estatal argelina Sonatrach posee el 43% restante.
El grupo Sonatrach también se ha mostrado interesado en aumentar su participación y las conversaciones se están centrando en el posible reparto del porcentaje que controla Cepsa, dispuesta a vender su participación si hay un buen precio.
En el folleto de la frustrada salida a Bolsa de Cepsa, del pasado otoño, la dueña de Cepsa, Mubadala, se comprometió a comprar la participación de su filial en Medgaz por 500 millones de euros, cifra que supone el punto de partida de las conversaciones entre las tres partes.
Los bolsistas señalan que esta operación encaja perfectamente en su estrategia de crecimiento de Naturgy y podría reanimar su cotización ante el posible recorte de sus ingresos, del orden del 20%, procedentes de la retribución de sus redes furto de la propuesta inicial de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia.
Esta posible reacción dependerá, sin embargo, de que el precio no se aleje de las valoraciones realizadas por Mubadala. De momento, las acciones de la empresa gasista han logrado parar el golpe de las incertidumbres regulatorias sobre el soporte de los 22,7 euros.
Una vez descontado lo peor, los analistas creen que este nivel supone una excelente oportunidad de volver a tomar posiciones con poco margen de riesgo teniendo en cuenta su alta rentabilidad por dividendo. Si se confirma esta adquisición, podría ser un catalizador para el rebote del grupo de nuevo hacia sus máximos absolutos.