JUNTA GENERAL

Espera que el primer ar­bi­traje del Canal de Panamá se re­suelva el primer se­mestre de 2020

Manrique (Sacyr): “todos los objetivos del plan estratégico 2015-2020 se han cumplido”

El pre­si­dente de la cons­truc­tora da por ce­rrada la guerra con el ac­cio­nista dís­colo, Moreno Carretero

Junta de accionistas de Sacyr.
Junta de accionistas de Sacyr.

“Sacyr es hoy una em­presa fia­ble, só­lida y ren­ta­ble, go­ber­nada con trans­pa­ren­cia, ética y pro­fe­sio­na­li­dad, con clientes sa­tis­fe­chos y ac­cio­nistas que re­ciben un di­vi­dendo cre­cien­te”. Así lo ha ex­pre­sado el pre­si­dente, Manuel Manrique, en la junta de ac­cio­nis­tas. “Todos los ob­je­tivos del plan es­tra­té­gico 2015-2020 se han cum­pli­do”, re­calcó.

“Todos debemos darnos por satisfechos y creer en este negocio que crece día a día”, señaló en un tono triunfal después de haber sorteado los problemas del accionista díscolo de la compañía, José Moreno Carretero. Según sus propias palabras, sus tres grandes logros han sido: convertir Sacyr en una empresa concesional, reducir la deuda corporativa de la compañía y aumentar la retribución al accionista.

El discurso de esta junta no tuvo el sabor agridulce de la del año pasado por estas fechas, en pleno conflicto con el accionista Moreno Carretero que más problemas ha dado a Manrique desde que lleva al frente del grupo. “Disponemos de solvencia absoluta. Esto nos permite elegir a los socios que queremos tener y somos dueños de nuestro destino y futuro” señaló al principio de su intervención, para recalcar casi al final de su intervención que “el consejo en pleno está unido para defender las ideas del equipo directivo”.

“El camino no ha sido fácil pero el esfuerzo ha merecido la pena. Estamos listos para recoger el fruto del trabajo bien hecho. Si lo hacemos juntos seremos invencibles”, dijo el máximo ejecutivo de la compañía, comprometiéndose también a recuperar el valor de la acción -cotiza a 2,17 euros- y aumentar el dividendo. La empresa ha entregado 10,3 céntimos por título con cargo a 2017, lo que supuso una rentabilidad del 4,2% y se ha comprometido a subirlo un 5%.

Recuperar el valor de la acción

A preguntas de un accionista, señaló que el valor en Bolsa es una de las “obsesiones” del actual equipo directivo, pero comentó que “el mercado no se puede controlar. “Tenemos los problemas del Brexit, la guerra comercial entre Estados Unidos y China”, recalcó, a la vez que aseguraba que, el valor se recuperará a la vista de los buenos resultados de la compañía, de la cartera de proyectos, de los conflictos que se está resolviendo como el problema del Canal de Panamá y de su situación financiera.

Manrique destacó la importante reducción del endeudamiento del grupo durante los últimos diez ejercicios, en los que ha pasado de tener 19.526 millones de euros de deuda financiera neta en 2008 a los 4.045 millones de euros al cierre de 2018. Además, una gran parte de esta cifra -unos 2907 millones- está ligada a financiación de proyectos y, por tanto, sin recurso a la matriz.

Según anunció, la actividad del grupo está ampliamente garantizada por la cartera que, a 31 de diciembre de 2018, alcanzaba los 41.674 millones de euros, un 2% superior al ejercicio precedente. El Ebitda superó los 543 millones, lo que supuso un crecimiento de un 29% respecto a 2017. Por su parte, el resultado neto atribuido fue de 150 millones, un 15% más.

La cifra de negocios del grupo ascendió a 3.796 millones (+23%). El grupo sigue apostando por el crecimiento internacional, representando ya un 67% del volumen. El 71% de toda la cartera de proyectos que la compañía genera procede del exterior. La cartera de obras asciende a 421.674 millones de euros.

Problemas resueltos

Manuel Manrique subrayó ante los accionistas, que se han eliminado todas las incertidumbres que se cernían sobre el grupo, como es la liquidación de los pagos pendientes por los anticipos solicitados del Canal de Panamá y la deuda asociada a Repsol, donde controla un 8% del capital. “Ahora sólo nos queda recuperar una parte relevante de lo que reclamamos en la Corte de Arbitraje”, dijo.

Respecto a las dudas que habían generado sus palabras ante los accionistas, al señalar sobre Repsol que “seguimos vigilantes para aprovechar cualquier oportunidad que se presente en el mercado”, dijo en rueda de prensa que “no hay intención de vender”, sino todo lo contrario, “estamos muy contentos en Repsol”.

La compañía tiene una complicación si se propusiera salir, ya que la deuda que tenía contraída con los bancos por la compra de las acciones está en derivados durante cuatro años y deshacer esos derivados costaría mucho a Sacyr.

Respectos a los arbitrajes que tiene pendiente de resolverse sobre el Canal de Panamá, Manrique comentó que la compañía espera recuperar una parte importante de las reclamaciones presentadas en la Corte de Arbitraje de Miami. La primera de las resoluciones basada en los problemas del basalto, está prevista se resuelva en el primer semestre de 2020.

“Los arbitrajes son lentos y farragosos. El primero de ellos marcará tendencia para el resto de nuestras disputas”, comentó. El último de los fallos esperan se produzca en 2023. Manrique no desveló la cifra que pueden recuperar pero reconoció que todo lo que reciban será a mayor para la empresa, pues “todo lo que debíamos lo hemos devuelto”, resaltó.

El presidente anunció también que Sacyr Industrial va a tener un papel importante en los proyectos que van a surgir en energías renovables dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que el Gobierno en funciones ha enviado a Bruselas. En este sentido, dijo que no van a sustituir proyectos en infraestructuras por renovables. “Vamos a participar en la gestión y captar el riesgo de la inversión como promotores”, aclaró.

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