El efí­mero pre­si­dente del Popular será re­ele­gido en un mes en la junta de Inditex

Emilio Saracho, el consejero de altos vuelos que viste de Zara

El con­tro­ver­tido ban­quero de in­ver­sión se man­tiene tam­bién en el con­sejo de IAG

Emilio Saracho
Emilio Saracho

Emilio Saracho se man­tiene a flote dos años des­pués del hun­di­miento del Banco Popular, un grupo del que nunca tuvo ac­ción al­guna en pro­piedad re­co­no­cida. Su po­si­ción in­ver­sora es la misma que en los con­sejos de ad­mi­nis­tra­ción en los que se man­tiene y en los que se man­ten­drá, IAG e Inditex.

La próxima junta de Inditex a mediados de julio reelegirá, por su segunda vez, a Saracho como consejero externo independiente, la misma consideración que tiene en el consejo de administración de IAG.

El reputado banquero de inversión que procedía de la cúpula mundial de JP Morgan, pero controvertido como presidente de un banco comercial como el Popular, logra algo más que sobrevivir en los consejos de administración en los que está en categoría de independiente y al margen de las distintas demandas judiciales por la resolución del casi centenario grupo financiero español.

Emilio Saracho, salvo sorpresa, será reelegido como consejero externo independiente en la próxima junta de accionistas de Inditex fijada para el 17 de julio. Su reelección se producirá a la par que la del presidente ejecutivo del grupo textil, Pablo Isla (curiosamente, procedente del Banco Popular aún presidido por los hermanos Valls- Taberner).

El efímero y cuestionado presidente del Popular en sus últimos meses de vida bancaria lleva ligado al grupo de Amancio Ortega desde hace casi dos décadas. Posteriormente, y tras la remodelación del consejo de administración de IAG con la salida de César Alierta entre otros, Saracho se incorporó como consejero independiente al grupo creado en torno a Iberia y British Airways.

Aunque reconocido como banquero de inversión, su experiencia en la actividad de banca comercial a la que se dedicaba el Banco Popular era prácticamente nula. Pero fue el elegido para sustituir a Ángel Ron tras todos los movimientos de algunos accionistas significativos en el banco, como el casi recién llegado Antonio del Valle, el socio mexicano con el que se había forjado una alianza estratégica.

La situación del Banco Popular ya era más que delicada antes de que aterrizara Saracho como nuevo presidente. Su entrada a destiempo y casi con gula en el negocio promotor e inmobiliario supuso ya una herida casi mortal a un grupo que se había caracterizado por sus inversiones conservadoras y la medición al milímetro de todos los riesgos.

Frases lapidarias

El estreno de Emilio Saracho como presidente del Popular, tras su elección en febrero de 2017, no pudo ser más contundente con el futuro del banco en el que asumía las riendas. O se realizaba una nueva ampliación de capital o se buscaba un potencial comprador que pudiera reflotar a la entidad.

Aquella afirmación de Emilio Saracho fue más que determinante para todos los problemas que asestaron la puntilla al malherido Popular, con la retirada de depósitos y los problemas de liquidez en pleno desplome de sus acciones en Bolsa. Dos años después de todos esos acontecimientos, la Justicia aún deberá pronunciarse.

Pero el resistente consejero independiente de compañías como Inditex o IAG no reparó en sus apreciaciones sobre la situación de un Popular que presidió tan sólo durante unos meses. Incluso en sede parlamentaria, Saracho no escatimó descalificaciones escatológicas sobre la situación del banco. Desde luego, ya no cabía la consideración del también efímero consejero delegado, Pedro Llarena, cuando afirmó que "el Popular es un bancazo".

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