Las cifras de transacciones inmobiliarias de marzo ofrecidas por el Consejo General del Notariado dan mucho que pensar. Después de 39 subidas consecutivas, se produjo un descenso interanual del 2,9% sobre todo por el descenso de la venta de pisos, que concretamente se redujo más de un 5%. De momentos no hay razones para la alarma, pero sí para la preocupación porque algo está pasando en un mercado hasta ahora en continuo crecimiento.
"Es pronto para hablar de cambio de tendencia, porque venimos de subidas continuas y muy suculentas y porque se siguen realizando más de 50.000 operaciones mensuales. De lo que se trata ahora es de dilucidar si hemos visto un movimiento puntual justo antes de las elecciones generales y con la nueva regulación del alquiler ya en marcha, o de si por el contrario puede haber más descensos en el futuro", señalan fuentes del sector.
Es decir, que la gran cuestión es si los inversores han decidido posponer la compra de viviendas hasta conocer el resultado electoral o hay más mar de fondo. La realidad es que han cambiado cosas en lo que va de año. La economía europea ha empezado a sufrir, un factor determinante, y las nuevas reglas del juego del alquiler y el resultado de las elecciones no han satisfecho precisamente las expectativas de los inversores en vivienda.
"No es ningún secreto que quien se juega su dinero apostaba por una coalición entre el PSOE y Ciudadanos que cada vez está más lejos. Un acuerdo de Pedro Sánchez con Podemos puede propiciar medidas intervencionistas en el mercado de la vivienda y muchos inversores van a esperar a que se aclare el panorama. Abril puede ser otro mes difícil para las compraventas", señalan en una gran consultora inmobiliaria que ha detectado una caída de la demanda de inmuebles por parte de particulares.
No obstante, nadie espera un cambio de tendencia radical. El precio medio de la vivienda terminada ha crecido casi un 3% en el mes electoral de abril respecto al mismo período del año pasado, según los datos de Tinsa. Y en las grandes capitales, donde se concentra el mercado del alquiler a gran escala, los precios subieron cerca del 3,5%. Porcentajes que se constituyen en un gran soporte a corto y medio plazo para quienes compran para invertir.
Otra vez con las cifras de los notarios en la mano, el precio promedio al que se cerraron las operaciones en marzo fue de 1.389 euros por metro cuadrado, un 1,5% en la comparación interanual. Buenas noticias para quienes alquilan las casas adquiridas con rentabilidades medias que según Idealista se han consolidado en el 7,5% en el territorio nacional. El problema está en que la nueva regulación del alquiler no es tan favorable para quien alquila.
Mientras se amplían los plazos del arrendamiento y se limitan las revalorizaciones de las rentas, muchos propietarios se replantean el atractivo de seguir alquilando sus viviendas. Sólo lo harán a personas de máxima solvencia y se puede dar un escenario en el que muchos propietarios preefieran sacar sus casas del mercado y dejarlas vacías para evitar riesgos. Las cifras de marzo ya reflejan parte del problema.