Un creciente interés de los inversores sustentado en los notables resultados arrojados por el grupo. El pasado ejercicio, la compañía logró multiplicar por dos sus ingresos, hasta los 92,4 millones de euros, con un crecimiento del margen por operaciones del 45%. Esta solidez en la actividad le ha permitido registrar un Ebitda de 19,7 millones de euros, un 73% más, y un beneficio neto de 16,6 millones de euros, un 33% superior al contabilizado un año antes.
Conviene recordar al respecto que el pasado mes de diciembre empezó a cotizar Vivenio, la socimi gestionada por Renta Corporación, en el MAB con una capitalización de 329,4 millones de euros.
Cifras que reducen la preocupación por el apalancamiento del grupo. La deuda financiera neta de Renta Corporación se ha elevado en 2018 a 46,4 millones de euros, cerca de un 50% superior a los 31 millones de euros contabilizados un año antes. Un fuerte incremento provocado por la financiación de nuevas operaciones y la emisión de bonos.
Apalancamiento que puede seguir creciendo este año si, tal y como está previsto, la junta de accionistas aprueba a mediados del próximo mes de abril la delegación al consejo de la emisión de valores convertibles o canjeables por importe de hasta de 20 millones de euros con el fin de aprovechar las oportunidades derivadas de las buenas expectativas económicas previstas para este ejercicio, las favorables condiciones de financiación y el ciclo de madurez del mercado.
Este escenario ha servido a la compañía para recuperar la senda alcista este año, ya acumula una revalorización cercana al 15% con una notable mejora además del aspecto técnico que invita a ser optimista a corto y medio plazo. Si logra superar la resistencia situada en las inmediaciones de los 3,8 euros por acción, algo factible si se mantiene el buen tono general del mercado, tendría vía libre hacia los 4,2 euros, lo cual supondría una posible subida del 10% adicional.