El entusiasmo de los inversores estaría bien o mal fundado. En efecto, “los mercados afirman V. Romei y Chris Giles del FT, se vanaglorian de identificar tendencias antes que resulten respaldadas por los datos macroeconómicos (Banco de España y sus previsiones incluidos).
Y los mercados están apuntando una extensa recuperación. Cotizaciones bursátiles al alza con buenas perspectivas de beneficios empresariales… mejora el rendimiento de la deuda pública en el largo plazo en los mercados de las economías más desarrolladas lo que evitaría a los bancos centrales nuevas intervenciones”. ** El comercio se da la vuelta**
La contracción del comercio internacional, según J. P. Morgan, está dándose la vuelta. Indicadores de carteras de pedidos para bienes y servicios de octubre, muestran una interesante recuperación aunque sea todavía sobre una base situada en una cota baja. Todo ello sin que Trump haya empeorado el clima comercial con China. No ha habido nuevas restricciones proteccionistas, que estaban anunciadas para mediados de septiembre.
Pekín reconoce, por su parte, que en el contencioso de la propiedad intelectual, un espinoso obstáculo, se está en vías de alcanzar un compromiso con las autoridades de los EEUU. La otra cara de la moneda: el déficit presupuestario de los EEUU y sus compromisos de gasto (entitlement payments) in Medicare, Medicaid y gastos de defensa que no están todavía contabilizados.
Entonces lo que sí se sabe es que los gastos en este ejercicio presupuestario superaran a los ingresos federales en un 112 por ciento. Hace 15 meses la proporción fue del 105 por ciento y del 95 por ciento hace dos años. Los recortes presupuestarios de Trump no facilitan rellenar la brecha.
Frente a esta situación, Rana Foroohar, refiriéndose al inversor Ray Dalio y al analista Luke Gromen, sostiene que ante la falta de ingresos fiscales el Tesoro americano es cada vez más dependiente de una inflación de activos. La FED tendrá que imprimir suficientes dólares para garantizar la subida en el precio de las acciones e impedir un fallido en la recompra de títulos de deuda. Foroohar recuerda una cita de Schumpeter: “política, política, política”.
Los financieros pueden equivocarse
En el corto plazo quizá la primera opinión, la de los financieros, prevalezca. En un horizonte más lejano ya no es tan seguro apostar por la solidez de un dólar sostenido por la “economía financiera” pero no por los conocidos “fundamentals”. De ahí que e incluso el Banco Central de Holanda haya afirmado que “el oro puede servir de base para reformar el sistema monetario global”.
China acaba de emitir deuda pública a quince años denominada en euros. La des-dolarización de Asia no sería la mejor noticia para el dólar y para los activos nominados en esa moneda.
En una época de des-globalización este tipo de temores se verían reforzados por las incertidumbres populistas que crepitan en el seno de la UE. Salvini recuperando el poder en Italia ante la caída de popularidad del Movimiento Cinco Estrellas; en Francia la señora Le Pen disputando en un tête à tête la presidencia de la República a Macron. Y todo ello mientras todavía el Mecanismo Europeo de Estabilidad necesita del voto afirmativo de todos los Estados miembros a la hora de autorizar cualquier tipo de desembolso para financiar un rescate bancario.
Tiempos inciertos prese a los buenos presagios financieros y a la todavía sostenible coyuntura económica, incluida la española. En cualquier caso siguen llegando noticias optimistas sobre la recuperación. La francesa LVMH del señor Arnauld, el hombre más rico de Europa, compra Tiffany, la joya de la Quinta Avenida neoyorquina, por 16.600 millones de dólares. Una fusión que capitanea una ola de adquisiciones por valor de 70.000 millones de dólares de empresas norteamericanas. Compradores: Novartis, Mitsubishi, Viagogo, buscan con sus inversiones americanas aumentar ventas y beneficios.
En España, centinela alerta, que no lo estamos. El PP en su indefinición esperando un turno que llegará o no (¿serán galgos o serán podencos?) y el PSOE en “medio del camino de una selva oscura”, buscando una salida, que diría el poeta italiano.