Los sin­di­catos se mo­vi­lizan ante los ajustes sa­la­riales pro­puestos por la en­tidad

Los trabajadores de Liberbank se rebelan justo cuando resurge la fusión con Unicaja

La in­te­gra­ción con el grupo ma­la­gueño queda en un se­gundo plano

Manuel Menendez
Manuel Menéndez, Liberbank.

La nueva po­si­bi­lidad de una fu­sión entre Unicaja y Liberbank, ya ne­go­ciada desde hace más un año y rota el pa­sado mes de mayo, se vuelve a poner sobre la mesa en un am­biente la­boral poco pro­pi­cio. Los tra­ba­ja­dores y sus re­pre­sen­tantes se re­belan ante el grupo ges­tio­nado por Manuel Menéndez ante los re­cortes sa­la­riales pro­puesto y que su­pon­drían un ahorro de costes de unos 22 mi­llones de eu­ros. La in­te­gra­ción con el grupo ma­la­gueño es lo que ahora menos preo­cupa.

Los sindicatos mayoritarios en Liberbank se han puesto en pie de guerra y protestan este jueves ante la sede del Banco de España en Madrid por las intenciones de la directiva de su grupo de recortar los salarios entre un 5% y casi un 9% a aquellos empleados que estén por encima del convenio colectivo.

La revuelta de la plantilla se justifica tras algunos encuentros de negociación que no han sido fructíferos para las centrales sindicales y todo ello coincide con el resurgimiento de una fusión de Liberbank con Unicaja, como se planteó hace un año y que saltó por los aires el pasado mes de mayo ante la falta de entendimiento en el canje accionarial.

Ya por aquel entonces, desde la entidad malagueña que preside Manuel Azuaga y que controla desde la fundación el veterano Braulio Medel se argumentaba que en su grupo, tras la integración de Banco CEISS (Caja Duero y Caja España), ya se había acometido el ajuste laboral suficiente.

Los representantes sindicales de Liberbank, sin embargo, ponen en estos momentos en un segundo plano cualquier operación corporativa, aunque algunas fuentes apuntan que su integración en Unicaja sería "un mal menor" antes de que la Abanca presidida por Juan Carlos Escotet pretendiera hacerse con la entidad. En ese caso, las duplicidades de oficinas sería mayores entre Galicia y Asturias.

La negociaciones entre la dirección de Liberbank y los sindicatos representativos siguen abiertas, pero el resurgir de la posible fusión con Unicaja parece haber enardecido los ánimos de una plantilla que ya se ha tenido que someter a duros ajustes en los últimos tiempos.

Menéndez, cuestionado

Según algunos representantes sindicales, una fusión con Unicaja no supondría ventaja alguna para los trabajadores siempre y cuando Manuel Menéndez, el actual consejero de Liberbank, se mantuviera con cargos en el grupo que surgiera de dicha operación. Menéndez es el gestor del grupo creado en torno a Cajastur y que preside, pero sin funciones ejecutivas, Pedro Rivero.

Muchos son conscientes de la necesidad de que Liberbank se integre en una entidad para formar un grupo de mayor tamaño con el que se pueda capear el largo horizonte de tipos de interés a cero o en negativo. Los supervisores ya habían dado el visto bueno a la operación con Unicaja.

De hecho, Liberbank fue la única entidad entre las cinco de menor tamaño y procedentes de las antiguas cajas de ahorro que vio cómo su beneficio al cierre del tercer trimestre del ejercicio menguaba un 10,9%, hasta unos 96 millones de euros, tan sólo un poco por encima del conseguido por Ibercaja en el mismo periodo (91,4 millones de euros).

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