Izertis, en cambio, está especializada en actividades de consultoría y prestación de servicios perteneciente al sector de las Tecnologías de la Información y comunicaciones (TIC). Su cotización inicial será de 1,7 euros por acción, lo cual supone una capitalización de 36 millones de euros.
La incorporación, con el código de negociación Izer, se produce a través del lanzamiento de dos millones de acciones, un 9% de su capital social. Con sede social en Gijón, se convierte en la segunda compañía asturiana en cotizar en el MAB, con el objetivo de afianzar su plan de crecimiento y reforzar la posición de marca.
En 2018, sus ingresos se elevaron a 38,4 millones de euros, con un crecimiento del 83% respecto al año anterior, mientras que el beneficio bruto operativo (Ebitda) aumentó un 166%, hasta los 3,3 millones de euros. Para este ejercicio, estima alcanzar unos ingresos de 46,5 millones de euros, con un margen de Ebitda ajustado del 10%, mientras que para 2020 prevé un crecimiento de los ingresos de entre el 15% y el 20%.
Unas optimistas previsiones basadas en la positiva evolución registrada en la última década en los que ha pasado de multiplicar por diez sus ingresos consolidados y de 84 empleados hasta los 628 actuales. Un crecimiento tanto orgánico como inorgánico, mediante la adquisición e integración de otras compañías de actividad complementaria y elevadas sinergias con las que ha conseguido captar nuevos clientes en sectores estratégicos, así como mejorar su posicionamiento internacional.
Sus principales ventajas, apuntan los expertos, son su apuesta por la innovación tecnológica y su visión diferencial en el sector con un modelo de negocio basado en la variedad, la "complementariedad" de negocios y la excelencia.