Una situación en el mercado que contrasta con la creciente evolución de sus cuentas desde 2017. Al cierre del tercer trimestre, el beneficio neto se ha elevado hasta los 2,36 millones de euros, un 51% mejores que en septiembre de 2018. El Ebitda ha crecido un 42,6% para situarse en los 2,7 millones de euros.
Al tiempo ha logrado enjugar su deuda financiera neta, logrando un fondo de maniobra positivo de cerca de 9 millones de euros tras su reciente ampliación de capital por un importe de 12 millones. Unas cuentas que se han visto fortalecidas por el fuerte impulso de sus ingresos, que han alcanzado los 7,5 millones de euros tras experimentar un avance de más del 52%.
Pero la cosa no queda ahí. La productora audiovisual espera multiplicar por seis sus ingresos de los 13,3 millones de euros previstos para este año, hasta los 85,5 millones en 2023. De este modo, confía en multiplicar por siete su beneficio bruto operativo, Ebitda, en el próximo lustro desde los 4,4 millones de euros previstos para este año hasta más de 26 millones gracias a la previsión de crecimiento en todas sus áreas de negocio.
Unas excelentes perspectivas basadas en una estrategia de crecimiento en todas sus áreas de actividad tanto en distribución como en producción de cine y de televisión.
Sin embargo, pese a que Vértice viene cumpliendo casi con precisión matemática sus previsiones en los últimos ejercicios, la acción no acaba de recogerlo en Bolsa tras las últimas diluciones de su capital. Sigue siendo el valor con menor precio por acción del mercado continuo al cruzarse a 0,0035 euros con un perfil técnico muy complicado. En principio, lo más probable es su posible repunte hasta los 0,005 euros por título, pero en cualquier caso continúa siendo un valor para inversores con poca aversión al riesgo.