La transacción propuesta tiene un doble componente tanto económico como respecto al plan industrial de futuro propuesto con el fin de lograr el éxito de la operación. Respecto al precio, el grupo suizo ha ofrecido 34 euros por acción, descontando los dividendos que se abonen a partir de ahora, los cual supone una prima del 34% respecto al cierre de la sesión precedente a la presentación de la oferta, así como del 44% y del 48% sobre el valor medio ponderado de los últimos tres y seis meses, respectivamente.
Una cifra razonable según el consejo de administración de BME que además ha valorado de forma favorable el plan de negocio propuesto, al comprometerse a preservar la integridad y estabilidad de los mercados, sistemas e infraestructuras. Entre otras cosas, SIX se ha comprometido a asegurar las funciones de las filiales reguladas del gestor español, utilizar BME como plataforma para incrementar la presencia del negocio combinado en la UE, mantener las marcas actuales, estrategias y sede durante cuatro años, así como garantizar el grado suficiente de independencia.
Un conjunto de factores que han llevado al consejo de BME a considerar amistosa la oferta, aunque se reserva su opinión definitiva sobre la misma a la espera de conocer todos los términos y condiciones. Por este motivo, los responsables de la cotizada española se han comprometido a la firma de un acuerdo de “break up fee” que supone la compensación por valor del 0,5% del efectivo de la operación en caso de que la opa no prospere o se apruebe una oferta competidora.
Otras ofertas
Al respecto, el grupo BME ha reconocido que también ha mantenido conversaciones en estos días con Euronext. El gestor panaeuropeo ha mostrado su interés por adquirir la totalidad del grupo español con el fin de aumentar su tamaño y ampliar su diversificación geográfica. Para lo cual habría enviado a un equipo de técnicos para analizar la posible operación. Circunstancia que alimenta las especulaciones en el mercado sobre una posible guerra de ofertas.
Esta operación se produce en un momento de intensas caídas de ingresos y de beneficio de BME. El grupo ha ganado 93,3 millones de euros entre enero y septiembre, cerca de un 9% menos, mientras sus ingresos descendieron un 6,1%, hasta los 212,6 millones de euros como consecuencia del progresivo retroceso de los volúmenes de contratación.
Unas flojas cifras, aunque se superaron las expectativas del mercado en el tercer trimestre, compensadas en parte con el descenso del 4% del gasto operativo.
La agencia de medición de riesgos Standard and Poor´s le ha otorgado recientemente una calificación de A- con perspectiva estable. Un grado de inversión motivado por su bajo nivel de endeudamiento, la fuerte eficiencia operativa, la capacidad de integración vertical de la cadena de valor y su sólida posición de liquidez.
Tras ser suspendida de negociación a primera hora de la mañana del lunes, las acciones del grupo volvieron a cotizar a 35 euros por acción. Eso supone que el mercado especula con una mejora de la oferta inicial o con una posible contraoferta por parte de algunos de los otros grandes operadores bursátiles europeos. De hecho, BME también ha mantenido en estos días conversaciones con Euronext.