Efectivamente, el ritmo de tijeretazos no tiene precedentes en una época del año más dada tradicionalmente al sosiego. Pero los analistas internacionales se han dado prisa en poner bajo la lupa al sector a la vista del rebote experimentado en estos primeros compases del año. A la subida de media del 6% en enero han respondido las grandes firmas con un ataque de prevención generalizado que pone en entredicho la consistencia de las últimas subidas.
En algunos casos, como los de Credit Suisse y Deutsche Bank, la enmienda es a la totalidad. Ambos han rebajado a todos los bancos españoles en porcentajes que en el caso de la entidad suiza alcanzan en algunos casos el 20%. Por su parte, el banco alemán se mueve en una horquilla entre el 7% el 15%. En otros casos como el de HSBC, los recortes se centran en BBVA, mientras que JP Morgan y Jefferies cuestionan las grandes cifras de Bankia, que tiene mucho protagonismo en las nuevas valoraciones de los analistas.
“Los informes no hacen sino reforzar la actitud de los grandes inversores en los últimos meses. Los fondos han entrado de forma oportunista en algunos bancos muy castigados el año pasado, lo que ha provocado un rebote técnico. Pero en cuanto hay subidas aparecen las realizaciones de beneficios, porque no hay grandes apuestas a medio y largo plazo. Falta confianza sobre la evolución del sector”, señalan fuentes bursátiles que destacan que la volatilidad de la banca asusta a los inversores estables.
Los expertos creen que en estos momentos no hay argumentos de peso para justificar la continuidad de una subida consistente. Recuerdan que, sólo este mes, se ha producido la intervención de Banca Carige, la advertencia del Banco Central Europeo (BCE) a Monte Dei Paschi por su delicada situación y, también, el ‘profit warning’ de Société Générale, que este jueves ha revisado a la baja un 20% su previsión de ingresos en el cuarto trimestre en el negocio de mercados globales. Para el conjunto de 2018 la rebaja es también de doble dígito.
“Es un perfecto aviso a navegantes sobre lo mal que lo puede pasar este año la banca europea”, señala un analista del sector. JP Morgan acaba de reducir la previsión de beneficio por acción de Bankia para 2018 y también cree que la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri tendrá que fijar un objetivo más realista de margen de intereses para 2020, el año en el que finaliza su plan estratégico en marcha. Y Jefferies también cree que hay riesgo de que la entidad tenga que revisar a la baja las estimaciones de beneficio neto.
Reglas del juego
En definitiva, los analistas creen que la banca debe seguir ajustándose en bolsa a unas reglas del juego que pasan por tipos cero probablemente durante todo 2019 y un escenario judicial cada vez más complejo. Todo ello mientras dos banco españoles sufren una crisis de enormes proporciones a cuenta de del caso de espionaje que relaciona a su ex presidente Francisco González con el comisario Villarejo.
De momento, los analistas están optando por posiciones de máxima cautela en un sector sin atractivo a corto plazo. Tras un muy bajista 2018, nada ha cambiado en los fundamentales de la banca española y europea y cualquier rebote desde mínimos despierta los recelos de los expertos.
La desaceleración económica que vive Europa y los recelos de la Reserva Federal respecto a nuevas subidas de tipos al otro lado del Atlántico han enfriado los ánimos. A pesar de la reacción de enero, la banca sigue en los huesos en bolsa y casi nadie cree no ya en un cambio de tendencia, sino siquiera en un rebote consistente.