DESDE EL PARQUET

Buscando el dividendo perfecto

En tiempos de ines­ta­bi­lidad de los mer­ca­dos, como los que se viven en la ac­tua­lidad de­bido a la guerra aran­ce­laria abierta por la ad­mi­nis­tra­ción Trump, los in­ver­sores más con­ser­va­dores buscan re­fu­giarse en va­lores con só­lido ne­gocio y alta ren­ta­bi­lidad por di­vi­dendo.

Factores muy a tener en cuenta para reducir riesgo y seguir aprovechando las mayores rentabilidades de la renta variable frente a otros activos más conservadores. Como señalan en la firma de inversión Morningstar, los dividendos son un reflejo no solo de la solidez del balance sino también del compromiso de las sociedades con sus accionistas.

Muchos estudios demuestran además que la reinversión de los pagos recibidos por este concepto contribuye en gran medida a la rentabilidad a largo plazo de la Bolsa.

Pero como nada ni nadie, la inversión por dividendo tampoco está exenta de pecado ni libre de riesgos. En este sentido, los analistas de esta firma recuerdan que los tipos de interés son considerados generalmente como el principal enemigo para la inversión en dividendos.

Y un riesgo mayor aún son las denominadas trampas de dividendo, es decir acciones de compañías con altas retribuciones al accionista que acaban reduciendo pagos o eliminándolos para proteger su balance ante cualquier dificultad en su actividad de negocio.

Perseguir el dividendo, señalan en Morningstar, puede llevar a los inversores a segmentos de riesgo del mercado. La última década está plagada de ejemplos de trampas de dividendos, como las acciones financieras en 2008-09 y la energía y los materiales en 2014-15.

Los inversores que se basan en indicadores retrospectivos, como el historial de pago de dividendos de una empresa, se han quemado las manos en muchas ocasiones. Como botón de muestra, Bank of America fue un pagador fiable durante décadas, hasta que de repente dejó de serlo.

Para evitar caer en esta trampa, Morningstar ha creado varias herramientas con métricas propias (el Morningstar® Economic MoatT Rating, el Quantitative Economic Moat Rating y el Distant to Default) para medir la salud financiera y predecir la sostenibilidad de los dividendos. Con ellas los operadores pueden identificar compañías capaces de mantener sus pagos de dividendos.

Independientemente de la región, cuanto más amplia sea la ventaja competitiva y mayor sea la puntuación de distancia al impago, menor será la probabilidad de que una empresa reduzca su pago de dividendo.

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