OPINIÓN

Sánchez: una emboscada perfecta

El se­pa­ra­tismo ca­talán co­loca, un año des­pués, una bomba de tiempo en Moncloa

Pedro Sánchez, el socialista.
Pedro Sánchez.

“No caben atajos frente a un pro­yecto del que no les es­cu­chamos desis­tir, que es el in­de­pen­den­tismo. Estos no pueden ser en ningún caso nues­tros aliados para una mo­ción de cen­sura. Les puedo ade­lantar que esa po­si­ción (la pro­puesta in­de­pen­den­tista de de­rribar a Rajoy con una mo­ción de cen­sura) ya la co­no­ce­mos. Nos la hi­cieron llegar antes del ve­rano. Nos apre­miaron que fuese antes del 1 de oc­tubre y no en­con­traron más que nuestro re­chazo, porque no­so­tros no te­nemos tal ansia de go­bernar a toda costa; y desde luego, mucho menos a costa de la unidad te­rri­to­rial de este país, eso ja­más. No hemos te­nido jamás un in­terés corto de poder sim­ple­mente para tener un Gobierno en pre­cario y de­pen­diendo de fuerzas que no com­parten nuestra vi­sión de España, que ni si­quiera com­parten nuestro mo­delo de Estado. No es po­sible una mo­ción de cen­sura con esos apo­yos».

En las redes sociales y en algunos medios se ha difundido esta declaración del dirigente del PSOE José Luis Ábalos y se ha puesto especial énfasis en subrayar la contradicción que contienen sus palabras con la conducta de su partido en las pasadas semanas. Sin embargo, además de la contradicción evidente, algo con precedentes en el partido “de entrada no”, lo más revelador es la fecha fijada por los independentistas. Les “apremiaron” para que la moción de censura- el derribo de Rajoy-- fuera antes del 1 de Octubre. Esa es una fecha tan significativa que el movimiento separatista catalán quiere florecer bajo ese nombre.

Y todos sabemos que el supuesto referéndum de autodeterminación convocado por el Gobierno de Cataluña fue el 1 de octubre, pese a que su convocatoria había sido suspendida por el Tribunal Constitucional el mes anterior. El Gobierno separatista organizó en torno a la fecha toda una operación internacional de propaganda, destinada a presentarse como víctima del la violencia del Estado español que envió fuerzas policiales para reprimir la libre voluntad de los catalanes.

Las mentiras, las exageraciones que realizó el bien orquestado y afinado aparato de propaganda independentista pasarán a la pequeña historia de la manipulación política. Pero sin duda fue un éxito de propaganda y por ello quieren convertir la fecha de 1O en su santo y seña.

De ahí la interesante revelación de Ábalos. “Nos apremiaron (para que la moción de censura) fuese antes de 1 de Octubre”, lo que significa que el Gobierno rebelde y sus socios querían al Partido Popular fuera del Gobierno antes de lanzarse a una operación abiertamente ilegal que tarde o temprano tendría consecuencia judiciales. A finales del mes de octubre el presidente Puigdemont huía con nocturnidad a Bélgica, abandonando a sus principales consejeros, para huir de la Justicia.

La escalada del conflicto, tras la intervención en la autonomía catalana con la aplicación del artículo 155, no se ha detenido, aunque ha entrado en un cierto letargo. La designación de Quim Torra como presidente de la Generalidad no auguraba un acercamiento a posiciones constitucionales.

Su trayectoria personal y política, sus textos ampliamente difundidos, los retratan como un representante genuino de la xenofobia supremacista, el lado oculto del catalanismo que se distingue por definir la nación como una comunidad de sangre, con una lengua y tradiciones comunes que está por encima de las leyes y las constituciones.

Fue elegido por el Parlamento catalán el pasado 14 de mayo por 66 votos contra 65. La fecha es importante porque en menos de tres semanas se va a producir un vuelco total en la política española. El mes de mayo de 2018 será recordado como mes crucial en la actual legislatura. Veamos la cronología. El 22 de mayo es detenido Eduardo Zaplana, ex ministro y ex portavoz parlamentario del Partido Popular, en el marco de una nueva operación anti corrupción que enlaza mediáticamente con el pantano de corrupción valenciano/madrileño que lleva años en las portadas de los medios. Gran escándalo.

El 23 de mayo el Gobierno saca adelante los presupuestos generales con los votos de Ciudadanos y del PNV lo que, en teoría, le garantizan una estabilidad parlamentaria para el próximo año e, incluso, para terminar la legislatura. El 24 de mayo se hace pública la sentencia del caso Gurtel. El escándalo en los medios se amplifica. El 25 de mayo, viernes, a primera hora de la mañana, el PSOE registra en el Congreso de los diputados una moción de censura que bloquea cualquier posibilidad de que se produzca una dimisión del presidente del Gobierno.

El debate de la moción de censura se fija para el jueves 31 y la votación para el pasado viernes. La suerte, y el Gobierno tal vez no lo sepa, está echada.

La operación propuesta por el separatistas catalanes “antes del verano de 2017” en palabras de Ábalos, se ha cumplido un año después. Obviamente, las circunstancias han cambiado y en los últimos doce meses se ha estado al borde de un conflicto de consecuencias imprevisibles. En ese tiempo, el separatismo catalán ha jugado sus cartas, preferentemente, en el espacio europeo, internacional, sobre los errores que pudiera cometer el Gobierno o el Estado. Ahora ha vuelto al escenario interior porque es obvio que la operación de derribo del Gobierno no ha podido prosperar sin la complicidad de los nacionalistas vascos y catalanes.

Ahora se abre un nuevo escenario para el separatismo catalán. Un nuevo Gobierno en Madrid, más débil que el anterior. Esperemos su siguiente movimiento con la sombra de Zapatero sobre le nuevo Gobierno.

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