Repsol presentará este miércoles, día 6 de junio, la actualización de su plan estratégico, que marcará la 'hoja de ruta' a 2020 y el camino a seguir por la petrolera tras su salida del capital de Gas Natural Fenosa y en un contexto marcado por la transición energética.
Este nuevo plan del grupo pasará así página a uno anterior en el que el grupo fue capaz de compaginar la 'digestión' de la compra de la canadiense Talisman, con un plan de desinversiones y una estricta disciplina financiera que le llevaron a superar sus objetivos, así como de aprender a convivir en un entorno de bajos precios del petróleo, que ahora parece revertirse.
La compañía pilotada por Josu Jon Imaz se prepara así ahora para abordar cuál será su modelo de negocio en el futuro, para lo que cuenta con los 3.800 millones de euros obtenidos con la venta de su participación del 20% en Gas Natural Fenosa a CVC.
Los "principales puntos de atención" de este nuevo plan serán así sus objetivos a 2020 (capex, generación de caja o dividendos) y el uso de los fondos obtenidos con la venta de Gas Natural Fenosa, indicó a Europa Press la analista de Renta 4 Natalia Aguirre.
Respecto al destino que dará al dinero ingresado por la venta de Gas Natural Fenosa, la compañía ha dejado claro que no tiene prisa por llevar a cabo ninguna adquisición en el corto plazo y ha señalado que, principalmente, estará orientado al crecimiento orgánico, aunque podría entrar también en nuevos negocios no regulados de gas.
A este respecto, Aguirre señaló que la premisa es que "la rentabilidad supere su coste de capital, apalancándose en sus capacidades y su actual base de clientes y buscando nuevas oportunidades en negocios de alta rentabilidad de Gas&Energía, excluyendo distribución, y renovable". "El objetivo final es transformar en Ebitda el dividendo que antes percibían de Gas Natural", añadió.
Mientras, el analista de Self Bank Felipe López-Gálvez considera que Repsol "quiere ser reconocida como una empresa energética, y no solo como una petrolera", por lo que vería "lógico" también que en su plan el grupo "hiciese un guiño a las energías limpias y que se sumara a la transición que se está produciendo a nivel global dentro del sector Oil&Gas".
MOVILIDAD SOSTENIBLE. En esta línea, también prevé una apuesta de Repsol por la movilidad sostenible, donde el grupo ha dado pasos importantes ya, como su presencia en Ibil, empresa que está desarrollando una red de recarga para vehículos eléctricos, o con su alianza con Kia en Wible, una nueva compañía de 'car sharing' para operar en Madrid.
"Brufau ha llegado a decir frases en alguna ocasión como que 'el futuro del coche eléctrico también será parte del negocio de Repsol', toda una declaración de intenciones", subrayó López-Gálvez.
DIVIDENDO DE UN EURO. En lo que respecta al dividendo, una vez que el grupo dejó atrás el gran problema que representaba la deuda y recibió el visto bueno de las agencias de calificación con la subida de su rating, se abre la puerta a una mejora de la retribución a sus accionistas.
En esta línea, Repsol ya incrementó hasta 0,9 euros por acción el dividendo con cargo a 2017 y aprobó una recompra del 100% de la parte distribuida en acciones para compensar el efecto dilutivo del 'scrip dividend'.
Por ello, no se descarta recuperar el nivel de un euro por acción que la petrolera abonaba antes de la compra de Talisman, "especialmente si no se identifican inversiones atractivas", señaló Aguirre.
En la pasada junta general de accionistas, el presidente de la compañía, Antonio Brufau, ya aseguró que el objetivo era "volver a ese camino" de una retribución de un euro por acción comprometida en el pasado "lo más pronto posible".