En los anteriores gobiernos socialistas, el sector eléctrico ha conectado casi mejor que con los mandatos del PP, razón por la cual, en las propias compañías, no se detecta ningún tipo de intranquilidad en cuanto a las decisiones que pueda tomar el nuevo presidente Pedro Sánchez y su equipo energético. Es más, todas las fuentes consultadas por Capitalmadrid coinciden en señalar que, una cosa es lo que dentro del PSOE pueda pensarse sobre la política energética a seguir, y otra bien distinta es a la hora de gobernar.
Lo que el sector reclama al nuevo equipo energético es que ponga en marcha lo antes posible la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, que haga un futuro más predecible para las empresas y que haya certidumbre regulatoria y jurídica. “Hay que esperar a ver por dónde va el nuevo Gobierno, pero difícilmente nos va a ir peor que con el anterior”, declaran algunas fuentes a la hora de valorar la gestión que ha hecho Nadal.
Aunque resulte sorprendente, desde las eléctricas se insiste en que, con el equipo energético de Mariano Rajoy las cosas no han funcionado, ni han ido bien. “El PP nos ha metido unos rejonazos a las cuentas por culpa del déficit que se ha cargado los resultados del sector”, denuncian. Y sobre el PSOE afirman: “Sabemos que no va a resultar fácil y que con el Ejecutivo que Sánchez ha formado se va a necesitar mucha negociación. Habrá que ver las intenciones de la nueva titular”.
En el acto de toma de posesión del pasado día 7, acompañaron a Teresa Ribera el presidente de Endesa, Borja Prado, y el consejero delegado, José Bogas; el presidente de Viesgo, Miguel Antoñanzas; el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales; el presidente de Enagás, Antonio Llardén; la presidenta de Unesa, Marina Serrano; el presidente de REE, José Folgado, y el director general del Negocio de Gas y Electricidad de Gas Natural Fenosa, Manuel Fernández, entre otros.
Cierre de las nucleares
El problema de las centrales nucleares, si se decide ampliar o no el periodo de vida útil de las centrales nucleares en explotación y el cierre de las instalaciones de carbón, así como la retirada del impuesto al sol, van a ser los tres temas más escabrosos con los que tendrá que lidiar Teresa Ribera y su equipo.
Sobre el punto más conflictivo que podía parecer, como es el posible cierre de centrales nucleares, el sector subraya que, ni a corto ni a medio plazo, podrán cerrarse los siete grupos porque, primero, son necesarias para el sistema -se necesitan como medida de respaldo a las renovables- y, segundo, son imprescindibles para cumplir las obligaciones medioambientales de Bruselas.
Por eso se piensa, que una cosa es lo que se comenta en el PSOE y otra es lo que el Gobierno puede hacer. Por el momento, la energía nuclear no puede quitarse porque no se puede depender solo de las renovables y porque hay que contar con diferentes sistemas de producción.
El mero hecho de haber tenido tres reactores nucleares parados en mayo pasado ha provocado una subida de un 8% en el recibo de la luz. Esta situación ha obligado a echar mano de las centrales de ciclo combinado. Es decir, no se puede depender solo de las renovables sino que además hay que tener energía de respaldo.
Por otro lado, si se cierran las nucleares, sería imposible cumplir el nivel de emisiones de CO2 que la Unión Europea exige. “El discurso antinuclear socialista cambiará cuando vean los números”, señalan las mismas fuentes. Una de las razones que argumentaba Nadal para mantener no sólo las nucleares en producción sino también las centrales de carbón es que, si se cerraban, el recibo de la luz subiría más de un 25%, lo que generaría una alarma social entre los consumidores.
Iberdrola y su pelea con Nadal por el carbón
Una de las compañías que, precisamente, se ha mostrado siempre más crítica ha sido Iberdrola. Su presidente, Ignacio Galán, ha mantenido varios rifirrafes con Nadal por la forma de entender uno y otro la política energética. Galán ha exigido siempre libertad para poder tomar decisiones sobre las centrales que controla -centrales de carbón y nucleares-, algo a lo que el ministro se ha opuesto tajantemente.
Iberdrola es la eléctrica que, en cierta medida, se siente más aliviada con la marcha de Nadal y la llegada del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. La empresa está pendiente de recibir respuesta a su solicitud de cierre que presentó ante el Ministerio de Energía de las centrales de carbón de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia). Estas dos centrales suman una potencia de 874 MW, equivalente a una central nuclear.
Endesa se ha mostrado igualmente partidaria de cerrar sus centrales de carbón de Compostilla (León) y Teruel antes del 30 de junio de 2020. Gas Natural Fenosa ha anunciado, por su parte, que acometería el “cese paulatino” de la central térmica de Anllares.
Nadal ha buscado sin éxito en este punto el apoyo parlamentario de PSOE y Ciudadanos, por lo que desde Iberdrola se piensa que el nombramiento de la nueva ministra socialista puede facilitar la propuesta de Iberdrola de cerrar las centrales de carbón. “Nadal era el único que estaban enrocado y podemos ser optimistas ahora”, señalan fuentes próximas.
Respecto al posible cierre de las nucleares, Iberdrola ha defendido siempre un cierre ordenado, siempre que se cumpla con las exigencias de descarbonización y se revise la fiscalidad que soportan estas instalaciones. Endesa, por su lado, se muestra más partidaria de ampliar la vida útil de las centrales nucleares hasta los 50-60 años.
En cuanto a la eliminación del impuesto al sol, el sector sigue defendiendo que las personas o clientes que tengan una instalación de autoconsumo paguen la parte proporcional del coste del sistema y de la red. De todas formas, hay que señalar que el impuesto al sol está pensado para instalaciones de 10 kilovatios, lo que equivale casi al consumo de una pyme, y no para pequeños consumidores que tengan unos paneles solares para agua sanitaria y casas de campo.