Un avance que se ha visto justificado, según los expertos de Bankinter, por la recuperación de sus indicadores operativos en los primeros meses del año, que han dado firmeza a sus cuentas incluso sin contar los resultados extraordinarios.
El resultado operativo Ebit se ha disparado un 552% entre enero y marzo, favorecido por las partidas excepcionales derivadas del cierre de los planes de pensiones NAPS y BARP de British Airways. Pero sin extraordinarios, recuerda la firma de inversión, los resultados siguen siendo sólidos con una mejora del Ebit del 75% al alcanzar los 280 millones frente a los 194 estimados por el consenso del mercado recogido por Bloomberg.
El beneficio neto del grupo al cierre del primer trimestre se ha elevado a los 794 millones de euros o 206 millones sin extraordinarios, lo cual supone casi el triple que en igual período del pasado ejercicio.
Esta fantástica evolución de IAG se ha debido según los analistas del banco de inversión al aumento de la demanda, especialmente de las rutas de largo radio transatlánticos, aunque el efecto positivo de la Semana Santa se ha notado también en el resto de rutas.
A ello hay que sumar el incremento del precio de los billetes y el favorable impacto cambiario en la mayoría de las divisas en las que opera, salvo el dólar. Si bien, la debilidad del dólar ha contribuido a compensar el significativo aumento de los precios del combustible.
Factores que han permitido al grupo reducir su deuda financiera neta en un 16%, hasta 6.953 millones de euros desde diciembre de 2017, con lo que su ratio de apalancamiento se ha reducido de 1,5 a 1,2 veces.
En este contexto, la máxima preocupación de los accionistas en la actualidad es el interés del grupo por adquirir la totalidad de Norwegian Air Shuttle de la que ya controla el 4,16% del capital. De momento, el consejo de administración de la noruega ha desestimado la primera oferta realizada por considerar que inflavalora a la aerolínea.
Los expertos de Bankinter consideran que aunque su encaje estratégico es bueno con rutas complementarias y con la eliminación de competidores “low cost” puede tener también un impacto dilutivo para los accionistas en el corto plazo. Calculan que entre el 7% y el 8% del BPA. Porcentaje que se elevaría si aumenta la oferta. Un importante lastre, teniendo en cuenta además que Norwegian Air generó el año pasado unas pérdidas de 140 millones de euros y las pérdidas estimadas para este año se elevan a los 55 millones de euros.
Así las cosas, la firma aconseja sobreponderar las acciones de IAG con un precio objetivo de 8,6 euros. Un consejo que está teniendo el respaldo del mercado. Las acciones de IAG han subido cerca de un 10% en el mes de mayo, situándose en zona de máximos históricos.
Las acciones de IAG han tanteado en estos días los 8 euros por acción, su nivel más alto desde finales de 2015, con lo cual todavía tendría un potencial de revalorización de cerca del 6% respecto al precio objetivo de Bankinter.