Del hundimiento que hubo tras el recorte a las ayudas a los parques verdes se ha pasado a una euforia desmedida por las renovables. El ex ministro de Industria, José Manuel Soria, provocó tras el decretazo que muchas empresas fueran a la quiebra y que otras cambiasen de propiedad. Tres años después, las energías verdes vuelven a resurgir de sus cenizas alentadas por el despegue que registra el sector en toda Europa y el mundo.
Los últimos informes muy negativos que han realizado tanto JP Morgan como Fitch en contra del marco regulatorio español no han impedido tampoco que se abandone el interés por el negocio de las renovables en España. Las dos agencias alertaban recientemente en sus informes de las incertidumbres políticas y de los riesgos que hay, no solo sobre las renovables y el eléctrico, sino también sobre el sector del gas.
Burbuja por la descarbonización
La descarbonización en la que se han implicado todos los países -incluida la propia China- está generando una burbuja por el negocio de las renovables en todo el mundo, con fuertes revalorizaciones de aquellas eléctricas que tienen más activos verdes. Hasta empresas pequeñas como Audax están disparando sus cotizaciones. Esta compañía lleva acumulada, por ejemplo, una subida en Bolsa de más de un 74%.
Solaria es otra de las que más suben. En el último mes, ha pasado de cotizar a 2,5 euros a 3,30 euros. En apenas 14 sesiones, sus títulos se han disparado un 40% y continúa el mismo rally alcista de 2017, cuando se revalorizó un 113%.
Los fondos de inversión son los más activos pero hay empresas de renovales extranjeras que están entrando también en el mercado energético español. Esta fiebre que se está viviendo en el sector les viene de perlas a muchas empresas para hacer caja y reducir, en muchos casos deuda.
Renovalia, en el punto de mira
Otros fondos, por ejemplo, están deshaciendo posiciones y tienen en venta su negocio para recoger plusvalías. Por ejemplo, el fondo estadounidense Cerberus que compró en su día la compañía Renovalia a los antiguos dueños de la empresa de quesos Forlasa por 1.000 millones de euros la ha puesto en venta por 1.500 millones.
Renovalia ha sido precisamente la compañía que más ha sonado en las últimas fechas como posible candidata a ser adquirida por Repsol. Esta opción ha sido descartada por la petrolera pero sigue con la mirilla puesta en el sector. La compañía que preside Antonio Brufau está barajando diferentes posibilidades para dar el salto a las renovables y diversificar su actividad, en un momento que se esperan grandes cambios en todo el negocio energético mundial. La propia Cepsa ha reconocido igualmente que quiere invertir en parques eólicos.
Acciona hace caja con las termosolares
Una de las ventas más recientes ha sido la que ha cerrado Acciona. La empresa que preside José Manuel Entrecanales ha desinvertido sus cinco plantas termosolares en España por 1.120 millones de euros a ContourGlobal. Las cinco plantas suman una potencia de 249,8 MW, situadas en Badajoz, Cáceres y Córdoba. La propia compañía ha reconocido que con la venta podrá reducir su deuda en 760 millones de euros. ContourGlobal cuenta con instalaciones de renovables en Europa, América Latina y África, con una potencia de unos 4.100 megavatios.
ACS sale de Saeta Yield
Otra de las grandes operaciones ha sido la OPA que el fondo canadiense Brookfield Asset Management ha lanzado sobre Saeta Yield a un precio de 12,20 euros por acción, lo que supone valorar la compañía en unos 995 millones de euros. La cotización de la filial de ACS se mueve en el entorno del precio al que está lanzada la OPA. Saeta Yield está participada por la filial de ACS, Cobra, que posee un 24,11% y el fondo estadounidense GIP, con otro 24,011%. Con la venta, cada uno de los dos accionistas principales se embolsará unos 240 millones de euros. El fondo estadounidense GIP está apostando fuerte por el negocio energético en España. En 2016 entró en el capital de Gas Natural Fenosa tras comprar un 20% a La Caixa -a través de Criteria- y a Repsol por 3.800 millones de euros.
Por lo que respecta a Saeta Yield, tiene una cartera de renovables de 1.028 megavatios de potencia. De ellos, 539 MW son parques eólicos en España y otros 250 MW termosolares. Además posee otros 239 MW en Uruguay y Portugal.
Abengoa echa mano de Atlantica para sanear
Abengoa sigue, por su parte, con la política de desinversiones y acaba de desprenderse del 25% del capital de Atlantica Yield por 490 millones de euros al grupo canadiense Algonquin. La compañía andaluza poseía un 41,5% y se queda ahora con un 16,5%. Participación sobre la que Algonquin tiene una opción de compra a ejecutar antes del 31 de marzo.
Atlantica Yield se dedica básicamente a la explotación de renovables. Actualmente, cuenta con 1.442 MW de potencia instalada, con plantas en España, EEUU, Sudáfrica, México, Chile, Perú y Argelia. En 2017, facturó unos 812 millones de euros, un 4%, pero registró unas pérdidas contables de 111 millones de dólares por la nueva normativa fiscal estadounidense.