DESDE EL PARQUET

Telefónica, los resultados apoyan

En un en­torno even­tual de au­mento de in­fla­ción y las tasas de in­te­rés, los ex­pertos miran a los va­lores de peso en busca de opor­tu­ni­da­des.. Entre los grandes va­lo­res, mu­chos se de­cantan por Telefónica tanto por su ele­vada ren­ta­bi­lidad por di­vi­dendo, como por su in­jus­ti­fi­cada mala va­lo­ra­ción.

Este análisis cobra más importanciateniendo en cuenta los recientes y favorables resultados presentados. Una divergencia que debe corregir pronto.

Más que la positiva marcha de los beneficios, con un crecimiento del 32%, hasta los 3122 millones de euros, los analistas destacan la importante reducción de su deuda en 4.000 millones de euros, lo que supone algo menos del 10% del total. Esto deja bien claro cuál va a ser la estrategia principal del grupo bajo la dirección de José María Álvarez-Pallete.

Si se confirman las previsiones, su “capex”, a diferencia de la gran mayoría de telecos europeas, bajará en intensidad en los próximos años. Eso supondrá menor presión en la caja y mayor facilidad para generar dividendo. Al respecto el grupo mantiene sus intenciones de realizar una OPV de su filial O2 en el Reino Unido, aunque pendiente de momento de que se produzca la subasta de espectro en el país en los próximos meses.

Su principal punto débil hasta ahora ha sido el crecimiento, si bien los márgenes del orden del 40% están logrando revertir esta tendencia. Es más, afirman los expertos, si Telefónica consiguiera reducir su deuda otros 10.000 millones, algo razonable de confirmarse la desinversión en activos, su relación EV/Ebitda podría caer a mínimos históricos.

A ello se suma el importante ahorro de costes gracias al proceso de digitalización adoptado ya la fuerte demanda esperada en fibra en áreas donde está presente como Latinoamérica.

No es de extrañar que con estas perspectivas, el precio del consenso del mercado recogido por Infobolsa se sitúe sobre los 11 euros por acción, lo cual supone un potencial de revalorización del orden del 40% desde su actual cotización de mercado.

Al respecto, los analistas consideran que comprar una empresa con una rentabilidad por dividendo superior al 5% y un PER de poco más de 13 veces tiene todo el sentido a medio y largo plazo. Sin embargo, dado el “momentun” de la operadora en el mercado, la estrategia más recomendable a seguir sería la de ir realizando compras escalonadas, conforme vaya confirmando el rebote esperado hacia su precio objetivo.

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