El grupo pre­senta los re­sul­tados de 2017 y las pers­pec­tivas para el pe­ríodo 2018-2022

La diversificación convierte a Iberdrola en la ‘utility’ de referencia en Bolsa

El mer­cado da a la eléc­trica un po­ten­cial al­cista del 20%, el más alto en el sector

Ignacio Sánchez Galan, Iberdrola
Ignacio Sánchez Galan, Iberdrola

Iberdrola pre­senta este miér­coles en Londres los re­sul­tados del año 2017 y las pers­pec­tivas para los pró­ximos cuatro años, hasta 2022. La ex­pec­ta­ción es má­xima entre los in­ver­sores y los ana­listas porque la cita de la com­pañía que pre­side José Ignacio Sánchez Galán con la co­mu­nidad in­ver­sora llega en pleno te­rre­moto por la ofen­siva del Gobierno en forma de anuncio de re­corte de la re­mu­ne­ra­ción de las redes de elec­tri­cidad y gas.

En plena guerra fría entre el sector y el Ejecutivo, la primera ‘utility’ española por capitalización bursátil toma la palabra.

Lo hace en un momento de mucha estabilidad en Bolsa. La acción apenas cae un 2,5% en lo que va de año (frente a la media del 9% de las otras cuatro eléctricas del Ibex 35) y con los analistas a favor. ¿Por qué? Sobre el resto de las cosas, el mercado está descontado que la compañía va a mantener la retribución al accionista. En estos momentos, la rentabilidad por dividendo se sitúa en el 5,5%, entre las seis primeras del índice EuroStoxx de las 50 mayores empresas de la zona euro.

“La cotización está en los niveles más bajos desde octubre del año pasado. Pero el mercado percibe que a los actuales niveles ya apenas hay nada que perder. La rentabilidad por dividendo es uno de los grandes atractivos de Iberdrola, pero también lo es la gran diversificación geográfica del grupo. En este punto no hay comparación con el resto de ‘utilities’ españolas cotizadas. Ahora los inversores creen que el riesgo en Iberdrola está muy acotado”, señalan en una de los grandes ‘brokers’ nacionales.

Ibedrola no es solo la eléctrica que menos está acusando a muy corto plazo la incertidumbre regulatoria y el impacto de las subidas de tipos en el mercado de deuda, sino que también es el valor al que más potencial alcista conceden los analistas. El consenso del mercado cree que la acción vale 7,3 euros por acción, lo que significa que la compañía aún puede subir alrededor de un 20%. Es decir, hasta alturas no alcanzadas desde junio del año pasado. De momento, deberá consolidad el nivel de los 6 euros por acción.

Un nivel que llegó a perder el pasado 13 de febrero, en plena corrección en el sector. Pero tras su pérdida el dinero ha vuelto al reaparecer en el valor. “El castigo había sido exagerado y muchos fondos han visto una oportunidad de entrada por debajo o en torno a los 6 euros”, señalan fuentes bursátiles que creen que esta zona supone un soporte importante porque “ya se ha descontado todo lo peor, con los tipos subiendo y en plena incertidumbre por las medidas que quiere aplicar el Gobierno.

La previsión del mercado es que, en la presentación ante los inversores, el grupo ratifique sus previsiones de dividendo, que crecería hasta una horquilla situada entre los 0,37 y los 0,40 euros en dos años, con un mínimo de 0,31. El mercado cree que, de haber sorpresas en la retribución a los accionistas, serán positivas. “Las eléctricas están desafiando a la incertidumbre. Red Eléctrica acaba de comunicar que sube el dividendo un 7%. Otras pueden seguir sus pasos”, señalan en un ‘broker’ nacional.

Los analistas también estarán atentos a las medidas que pueda tomar la compañía para hacer frente a las dos grandes piedras que tiene en su camino: la incertidumbre regulatoria en España y el efecto negativo del tipo de cambio de las divisas. La respuesta podría ser la activación de un programa de desinversión no estratégicas y un ajuste de costes que incidiría principalmente en el mercado español.

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