Sin embargo, los pronósticos ahora apuntan que en 2018 y los años siguientes la fotografía podría ser bien distinta por distintos factores. La primera de todas es por las estimaciones que se barajan sobre la divisa británica. Y es que la libra esterlina escalaba recientemente por encima de la barrera de 1,41 dólares por primera vez desde el 24 de junio de 2016, cuando se conoció la victoria del Brexit.
Esto se produjo justo después de darse a conocer que la tasa de ocupación de Reino Unido subiera en noviembre a máximos desde 1971, mientras el paro se mantuvo en mínimos de 1975. Sin duda, un dato que refleja que la macroeconomía del Reino Unido goza de bastante salud, pese a los pronósticos que se realizaron después de la consulta de junio del 2016.
Así pues, se trata de un catalizador más que positivo para IAG, teniendo en cuenta que uno de sus principales motores es British Airways, la principal aerolínea de Gran Bretaña. En este sentido, mirando hacia el futuro, la clave se puede encontrar en si esta repercusión puede verse ampliada en los próximos meses, causando un beneficio implícito en el grupo español.
Los expertos de ETF Securities, señalaban al respecto que en la medida en que las deliberaciones den lugar a una cierta claridad en torno a un resultado económico constructivo tanto para el Reino Unido como para la UE, la libra esterlina tiene un potencial alcista, “especialmente frente al euro”. El aumento de los rendimientos reales y la menor volatilidad, explicaban, deberían “apoyar la libra”.
Resultados al alza
Con este esquema, se debería esperar, apuntan fuentes del mercado, que los ingresos de IAG “mantengan el ritmo de crecimiento favorecidos por el buen comportamiento de los datos de tráfico, que crecieron a la mayor tasa trimestral del año”. Siguiendo la misma línea, en términos unitarios, se esperaría una estabilidad de precios con un impacto cada vez menos negativo de la divisa y con los gastos creciendo “moderadamente”.
Desde Renta 4 añaden que, con los datos de tráfico, ya conocidos, y con la oferta subiendo un 3,7% y la demanda avanzando un 5,8% con respecto a los registros de hace un año, se debería esperar que los ingresos por pasaje escalen hasta los 4.750 millones de euros. Es decir, hasta un 3,7% más con respecto al pasado ejercicio, para un total de ingresos de 5.481 millones de euros.
Todo ello, a pesar de que los gastos de combustible aumentan en torno al 4% por la evolución favorable de los precios del crudo en los últimos meses, pero que según los expertos seguirán siendo compensados por “los datos de tráfico cada vez más favorables”. Por aerolíneas, Iberia, Vueling e Aer Lingus sobre el papel tendrían que presentar mejores cifras en los trimestres futuros.
Con estos mimbres, el consenso de mercado espera que para 2020 la aerolínea alcance un resultado neto de hasta 2.790 millones de euros. Por el contrario, no sería hasta 2021 cuando alcance el nivel, sobre el papel, de los 3.000 millones de euros. De este modo, IAG sería la compañía que más aumentaría sus ganancias los próximos años en comparación con sus homólogas, por encima de Lufthansa, Ryanair y Air France-KLM.