La compra in­di­recta de un 5,2% de Naturgy le salva de la caída de las bolsas

A los March les va mucho mejor sin Florentino Pérez

Corporación Financiera Alba tiene su mejor valor li­qui­da­tivo desde 2009

Carlos March.
Carlos March con su hijo Juan.

Este 2018, que es el primer año com­pleto de Corporación Financiera Alba sin su par­ti­ci­pa­ción his­tó­rica en ACS, la cons­truc­tora con­tro­lada por Florentino Pérez, no le está yendo nada mal al brazo in­versor de los March. Tiene su mejor cifra de valor li­qui­da­tivo desde 2009 gra­cias al precio en Bolsa de su par­ti­ci­pa­ción de más del 5% de Naturgy (antes Gas Natural Fenosa). Además, la plus­valía la­tente de esa par­ti­ci­pa­ción salva los mue­bles de la car­tera de co­ti­zadas de Alba en un año de caídas ge­ne­ra­li­zadas en los mer­ca­dos.

El pasado día 12 de diciembre, Corporación Financiera Alba enviaba tres hechos relevantes a la CNMV justo después de cerrar el mercado bursátil. Dos de ellos eran para comunicar los resultados de la sociedad al término del tercer trimestre del año. El tercero, el que más eco mediático tuvo, era para anunciar que Juan March Lastra, hijo de Carlos March Delgado, dejaba de ser vicepresidente único de la corporación, ya que a partir de ahora compartirá la vicepresidencia con su primo Juan March Juan (hijo de Juan March Delgado), que pasa a ser vicepresidente segundo de la entidad.

Este, que es un paso más en la sucesión en los órganos de poder de los March, llega en un momento en el que los padres de los dos vicepresidentes, los hermanos Carlos y Juan March Delgado, afrontaban su primer año fuera del capital de ACS, de la que en 2017 vendieron los últimos paquetes de acciones que les quedaban de una participación histórica en ACS que comenzó en enero de 2006, cuando Alba comunicó a la CNMV que había comprado el 20,06% de la constructora controlada por Florentino Pérez.

El idilio de los March con Florentino comenzó a romperse en 2011, cuando el presidente de ACS estaba en plena guerra por intentar controlar Iberdrola, cosa que finalmente le salió rematadamente mal y que llevó a los March a romper definitivamente la baraja entre 2014 y 2017, cuando terminó su presencia en la constructora después de ir vendiendo paquetes de acciones.

Cuando dieron por finalizada su inversión en ACS, los March reconocían, en 2017, que su presencia en la constructora les había reportado una rentabilidad media anual del 11,4% sobre su desembolso inicial durante más de una década. La duda que se generaba entonces era la de dónde iba a poner Corporación Financiera Alba el dinero en efectivo que había recuperado para que siguiera dándole una rentabilidad aceptable y, sobre todo, que mantuviera su Valor Neto de Activos (NAV), que es el valor liquidativo de la sociedad, tras deshacerse de su histórica inversión estrella de la cartera de cotizadas que mantiene la corporación.

Dinero fresco

Aparte de aumentar su participación en Parques Reunidos y Ebro Foods, las dos grandes apuestas de los March dentro del mercado de cotizadas han sido la entrada en Cie Automotive, en diciembre de 2017, cuando compró el 10% por 303 millones de euros, así como la entrada en Naturgy, en febrero de 2018, mediante la inversión de 521 millones de euros para obtener de forma indirecta un 5,17% de la energética por 500 millones y un 0,10 de manera directa por 21,3 millones más. Esta presencia en la renovada Gas Natural Fenosa se ha convertido en la auténtica estrella de la cartera de Alba.

Los March pagaron 500 millones de euros por el 25,7% de Rioja Bidco Shareholdings (una sociedad controlada por fondos asesorados por CVC), que a su vez compró el 20,06% de Gas Natural Fenosa que estaba en manos de Repsol. A través de esta operación, Corporación Financiera Alba podía anotarse contablemente la posesión indirecta del 5,17% de Gas natural, rebautizada en junio pasado como Naturgy.

Las cuentas de Alba a 30 de septiembre pasado anotan para su 5,27 de la energética (incluyendo el 0,10% que tiene de participación directa) un valor en libros de 502 millones de euros. Pero en Bolsa vale más del doble y eso hace que las plusvalías latentes de esta inversión se hayan convertido en la tabla de salvación de la corporación a efectos del valor de sus activos.

A 30 de septiembre pasado, el valor en Bolsa de ese 5,27% de Naturgy ascendía a 1.240 millones de euros que, restando el valor en libros de 502 millones, le daba a Alba juna plusvalía latente para esa inversión de 738 millones de euros.

El resto de los valores cotizados en los que está presente la corporación (Acerinox, BME, CIE Automotive, Abro Foods, Euskaltel, Indra, Parques Reunidos y Viscofan) suman minusvalías latentes en lo que va de año, con la honrosa excepción de Viscofan que va más o menos a empate entre la cotización y su valor en libros. Las caídas de las bolsas habrían podido hacer estragos, pues, en el NAV de Alba si no hubiera sido por la jugosa plusvalía latente de su participación en Naturgy.

De hecho, comparada esta inversión con la deshecha en ACS, la evolución de la cotización de ambas también favorece al brazo inversor de los March, ya que mientras la constructora de Florentino Pérez ha subido un 4% en Bolsa en lo que va de año, la de Naturgy se apunta un 17% de ganancia desde enero.

Así, el valor bursátil de su nueva inversión estrella ha llevado a Corporación Financiera Alba a presentar su mejor valor liquidativo (NAV) desde 2009. Al acabar los primeros nueve meses de 2018, las cuentas oficiales de la entidad lo situaban en 4.422,3 millones de euros, cifra sólo superada en un 30 de septiembre en lo que va de siglo por los 4.042 millones de euros de 2009, año en el que, debido a la crisis y a la caída de los mercados, comenzó a descender hasta fijar un mínimo de 2.534 millones en 2012 y volver a superar ligeramente los 4.049 millones al término del tercer trimestre de 2017.

Los socios

Una cosa no se les puede negar a los March en este cambio de inversión estrella: su habilidad para lograr un precio de ganga para entrar en Naturgy, aunque sea de forma indirecta. Según señalan documentos oficiales de la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC), tras la operación de venta de las acciones de Gas Natural en Repsol y la inversión de Corporación Financiera Alba, a comienzos de junio 2018 tuvo entrada en el registro una comunicación por parte de Rioja Bidco Shareholdings S.L.U. de la adquisición del 20,072% de las acciones de Gas Natural SDG. “Rioja Bidco Shareholdings S.L.U. -dice la CNMC- es una sociedad de responsabilidad limitada de nacionalidad española, íntegramente participada por Rioja Acquisition S.à.r.l, sociedad luxemburguesa, a su vez íntegramente participada por la sociedad luxemburguesa Rioja Luxembourg S.à.r.l, que a su vez está participada en un 74,27% por fondos o vehículos de inversión colectiva asesorados por filiales de CVC Advisers Company”.

De acuerdo con los apuntes de los registros luxemburgueses, según información contrastada por Capitalmadrid, la sociedad Rioja Luxembourg S.à.r.l. fue creada en febrero de este mismo año, justo en el momento del acuerdo con Repsol, al igual que Rioja Bidco, que fue creda en las mismas fechas en España y tiene su sede en un despacho de abogados de Madrid.

Según ratifica la CNMC, otra sociedad luxemburguesa denominada Alba Europe S.á.r.l. (cien por cien de Corporación Financiera Alba) es la que participa con un 25,73% en el capital de Rioja Luxembourg S.à.r.l. Al final, Rioja Bidco pagó a Repsol 3.816 millones de euros por los 200,9 millones de acciones de Gas Natural, representativas de, aproximadamente, un 20,072% del capital social de Gas Natural, según reconoció en su día la propia Repsol a la CNMV. Es decir que los March participan con un 25,73% por 500 millones en una sociedad que pagó 3.816 millones por su activo.

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