Un mal fario certificado por los últimos acontecimientos. El Ibex 35 ha perdido un 5,3% en este mes, su peor balance desde febrero cuando Trump comenzó la guerra comercial. Pero no ha sido de los peores indicadores, el índice tecnológico americano Nasdaq y el parisino CAC 40 han sufrido desplomes del orden del 10%.
Un ataque de pánico que se ha difuminado en cuanto se ha acabado el mes. En estos días, de hecho, el mercado ha reaccionado con fuerza. El selectivo español ha cerrado la semana con un alza superior al 3% con lo que ha recuperado más de la mitad de lo perdido en octubre para quedar en las puertas de los 9.000 puntos. Cota clave en el proceso de recuperación técnica. Mejora sustentada en los buenos resultados arrojados en general por las principales empresas que conforman este indicador.
También ha influido notablemente el acercamiento de posturas en materia comercial entre EEUU y China tras una conversación mantenida entre sus principales líderes. La guerra comercial es la gran preocupación de los mercados en la actualidad, no en vano es el principal riesgo para el ciclo económico global, por lo que su distensión de cara a la reunión del G20 de este mes puede animar un importante “rally prenavideño” que ayude a minimizar las pérdidas acumuladas en el año en los mercados de renta variable.
Para ello serán claves también las pruebas de estrés a las que serán sometidas la banca europea por parte del Bancos Central Europeo y que los bancos españoles prevén superar con solvencia. En este sentido, la gran preocupación vendrá de los bancos italianos, muy debilitados por la falta de medidas estructurales durante los años de la crisis.
El proceso de elecciones que se cierra este 6 de noviembre en EEUU también contribuirá a una mayor estabilidad para los mercados. Los expertos dan por hecho que los republicanos mantendrán el control del Senado, mientras que los demócratas tendrán mayoría en la Cámara de Representantes. Un equilibrio de fuerzas que augura una nueva fase de tranquilidad y crecimiento financiero.
La mayor debilidad del euro en estos días, que mejora la competitividad de las empresas exportadoras europeas, y la moderación de los precios del crudo, cerca de 10 euros por barril más barato que hace poco más de un mes, son otros de los argumentos que jugarán a favor de las bolsas en las próximas semanas. Sobre todo, cuando el mercado de bonos sigue arrojando grandes incertidumbres tanto en riesgo como en rentabilidad.
Calendario semanal de Bolsa
En esta próxima semana, relativamente tranquila en cuanto a indicadores económicos, las miradas de los inversores se focalizarán en la penúltima reunión del año del comité abierto de la Reserva Federal que concluirá el miércoles.
Hoy lunes, de momento, apenas estará condicionado por los datos de actividad de PMI en China, el Reino Unido y de ISM en Estados Unidos
Para la sesión del martes se esperan los pedidos industriales en Alemania, así como datos de actividad PMI servicios en varios países europeos, incluidos España, y del global de la zona euro. También se conocerán los pedidos de producción en la zona euro. En EEUU, lo más destacado será el indicador de creación de nóminas JOLTS, un dato de segunda fila per que en ocasiones ha llegado a mover a los mercados ante la ausencia de otros indicadores más relevantes.
La agenda financiera internacional del miércoles vendrá marcada por los pedidos industriales en Alemania, las ventas minoristas de la zona euro, mientras que en EEUU destacan el índice hipotecario MBA y el crédito al consumo.
El jueves será aún más intenso con la balanza comercial de China y Alemania, la producción industrial en España, pero sobre todo porque este día se cierra la reunión de dos días de la Reserva Federal. Nadie espera cambios en su política monetaria en esta reunión, pero si genera atención de cara a obtener pistas sobre la expectativa de una nueva subida en diciembre en medio de las presiones de Trump para que la entidad desacelere su proceso de normalización monetaria.
El último día de la semana, el viernes, los inversores deberán estas pendientes a las cifras de inflación de China, segunda potencia económica mundial, la producción industrial y el PIB del Reino Unido, en medio del proceso de negociación del Brexit, y a los precios de producción en EEUU, desde donde también llegará el índice de confianza de la Universidad de Michigan.