A la vez, el monarca animó a las empresas españolas a seguir invirtiendo en un mercado que dispone de “una economía dinámica”, que “se ha consolidado como una de las economías más abiertas al exterior”.
Casi 500 firmas españolas, desde las grandes del Ibex-35 a pymes, están ya instaladas en Perú, un país que está haciendo grandes esfuerzos por mejorar sus infraestructuras con grandes inversiones, notablemente en transporte, saneamiento y energía, y adoptando medidas para facilitar aún más la inversión exterior. España es ya el mayor inversor directo en Perú, con especial presencia en construcción, finanzas, energía, telecos y servicios, con un montante de 13.000 millones. Y el último ‘Panorama de inversión española en Iberoamérica’, pronostica un alza de la inversión española en Perú este 2018.
Durante la visita del Rey, 30 empresas españolas y 80 peruanas participaron en un encuentro empresarial destinado a identificar nuevas oportunidades de negocio en el mercado andino en los sectores de agroindustria, agua, infraestructura de transporte, ‘smart cities’ y turismo. En el evento, organizado por ICEX, Cámara de Comercio de España y CEOE, políticos y empresarios españoles coincidieron en destacar su optimismo y confianza en Perú, derivados de su fuerte crecimiento, la seguridad jurídica, una estabilidad macro que no se ha visto afectada por la crisis institucional que atraviesa el país desde hace un año, su potencial para inversión y el aumento de la clase media. Además, el TLC Perú-UE, en vigor desde 2013 ha dinamizado la actividad comercial bilateral y convertido a España en plataforma desde la que centralizar operaciones y ofrecer sus productos y servicios en toda Europa.
La economía ha salido bastante indemne de la forzada dimisión del presidente Kuczynski en marzo y su reemplazo por Vizcarra. También de la tensión Gobierno-Parlamento (dominado por la oposición fujimorista), de los casos de corrupción que han afectado al estamento político y al Poder Judicial y del ingreso en prisión de la líder opositora Keiko Fujimori en octubre, por presunto delito de lavado de activos en la financiación de sus campañas electorales.
Las firmas españolas juzgan que la situación política no trabará el desempeño económico y prevén tres años de gran crecimiento, optimismo al que contribuye el rumbo económico y la posición política sustentadas por Vizcarra, cuyo índice de aprobación se sitúa en el 65%, el nivel más alto desde que asumió el poder en primavera. Asimismo, a la confianza del empresariado español en Perú contribuyen el ambiente favorable a la inversión exterior y costes de instalación y desarrollo de la actividad más reducidos que en destinos similares.
Para el vicepresidente de CEOE, Gay de Montellà, presente en el encuentro empresarial de Lima, existen “oportunidades en los sectores de ingeniería, productos siderúrgicos, equipos y maquinarias para la construcción electrónica e informática, y maquinaria textil”, además de las existentes en infraestructura, energía y turismo. Por no hablar de telecos: Perú necesita inversión por 35.000 millones en diez años para lograr la conectividad promedio de la OCDE. Perú crecerá este año entre el 3,9% y el 4,1% y entre el 3,8% y el 4,1% en 2019 (2,5% en 2017), muy por encima de la media de Latam. Es una de las economías que mayor expansión ha experimentado en la región en las últimas dos décadas, con un crecimiento medio anual del PIB superior al 5%. Asimismo, es uno de los mercados del área con mejor comportamiento del IPC.
El primer ministro peruano, César Villanueva, ratificó que Lima “está haciendo todos los esfuerzos para generar la estabilidad democrática y las condiciones para la inversión privada”; agradeció a España el apoyo para ingresar en la OCDE y destacó que, al pertenecer a la Alianza del Pacífico, Perú tiene un atractivo más para la inversión. El país, que ha dado importantes pasos en su globalización, es el único de la Alianza que resta por entrar en la OCDE. Villanueva destacó las oportunidades existentes aún para las firmas españolas en infraestructura, turismo, agroindustrial, inmobiliario y servicios.
En Perú operan cada vez más pymes españolas, que siguen la estela de las multinacionales, instaladas en el país desde hace muchos años e involucradas en los grandes proyectos de infraestructuras.
FCC se ha hecho este año con el contrato para el diseño y construcción del proyecto de ampliación del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima por 1.500 millones, tras hacerse junto a ACS con el mega contrato de la Línea 2 del Metro de Lima. FCC, como OHL o Sacyr, participan en innumerables infraestructuras viales en el país y también en diversos proyectos de los Juegos Panamericanos 2019.
Repsol acaba de invertir 741 millones de dólares en la nueva unidad de producción de La Pampilla y en Perú están presentes también REE, Naturgy, ACS, Enagás, BBVA, Telefónica, Santander, Abengoa, Ferrovial, Acciona, Iberia, Abertis, Agbar, Indra, Mapfre, Meliá, y NH, entre muchas otras.