El mensaje de la banca a los jueces del Tribunal Supremo es nítido y bien compartido: la decisión que adopten el próximo 5 de noviembre en el pleno convocado no puede tener carácter retroactivo en el pago del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, que desde hace dos décadas asumía el cliente.
Así ha estado fijado por ley y cualquier cambio de criterio debe preservar la seguridad jurídica. El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, ha precisado que esa visión no corresponde a un deseo propio o del conjunto del sector, sino a que se imponga "el sentido común".
Casi al mismo tiempo, pero desde su sede social en Valencia, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha afirmado que "es difícil entender que se imponga una penalización" por haber aplicado "una norma que ha estado en vigor durante 23 años".
Ambos ejecutivos han coincidido también en que no se han planteado, por el momento, provisiones extraordinarias por esta incertidumbre que se ha generado por los bandazos del Tribunal Supremo y han señalado que no han cambiado su política en el negocio hipotecario en los últimos días.
Los argumentos de los consejeros delegados de CaixaBank y Banco Sabadell coinciden con lo manifestado por María Dolores Dancausa 24 horas antes, al indicar durante la presentación de los resultados trimestrales de Bankinter que "el sector ha cumplido siempre con la norma vigente".
Eso sí, tanto Gortázar como Guardiola se han mostrado menos beligerantes que la consejera delegada de Bankinter al criticar que la banca se haya convertido en la cabeza de turco de todos los males y lamentara que el sector se ha quedado muy solo ante el rechazo de la sociedad, los medios de comunicación y los políticos.
Poca reputación
El consejero delegado de Sabadell, Jaime Guardiola, ha reconocido que la banca nunca ha gozado de una buena reputación "al igual que ustedes", en referencia a los periodistas presentes en la presentación en los resultados del tercer trimestre. Eso sí, ha precisado que esa visión negativa es más hacia el conjunto del sector.
"La mayoría de los clientes muestran luego una buena percepción de sus respectivos bancos. Y ahí nos situamos junta al Ministerio de Hacienda, curiosamente, a la cabeza de ser en los que más confían sobre la protección de sus datos personales. En cambio, algunos muy valorados por otros motivos, como Facebook y otros, están a la cola".
Guardiola asume que el espacio de mejora de la reputación es muy limitado para la banca, aunque considera que han cambiado mucho las relaciones entre clientes y entidades después de los errores que se han cometido en el pasado con la comercialización de algunos productos.
En este sentido, el consejero delegado del Sabadell ha negado que su grupo sea de los más litigantes ante las demandas de los clientes. "Los litigios no nos gustan nada. Siempre hemos buscado soluciones con nuestros clientes", ha indicado en referencia a las cláusulas suelo de algunas hipotecas, asunto que ha desligado de la polémica que se ha generado ahora por las sentencias del Tribunal Supremo.
Estas apreciaciones de la banca se adelantan en el tiempo a las que hagan en los próximos días los consejeros delegados de las otras tres principales entidades. José Sevilla, de Bankia, comparece el lunes. Carlos Torres, consejero delegado presidenciable del BBVA, hará su plasma habitual el martes en la que, se supone, su última comparecencia como número dos del grupo aún presidido por FG.
El todavía consejero delegado del Santander, José Antonio Alvarez, explicará en persona sus últimos resultados trimestrales el miércoles, ya que a primeros de año asumirá su cargo como presidente del banco en España y su cargo actual sea asumido por Andrea Orcel.