El di­nero apenas entra aunque el sector ha re­tro­ce­dido dos años en el tiempo

La banca confía en un rebote salvador para compensar las pérdidas por el Supremo

Los pre­cios son atrac­tivos pero los ges­tores han de­ci­dido no asumir más riesgos

Bancos en la Bolsa
Bancos en la Bolsa

La banca es­pañola afronta un tramo final de 2018 en el pico más alto po­sible de in­cer­ti­dum­bre. A nivel ge­ne­ral, pesan los tipos bajos y las pre­vi­siones de ra­len­ti­za­ción eco­nó­mica, pesa la guerra co­mer­cial li­de­rada por Donal Trump, pesa el dis­late pre­su­pues­tario en Itaila y pesa el de­bate sobre el 'Brexit' en el Reino Unido. Y, en clave lo­cal, todo gira al­re­dedor del Tribunal Supremo y de una sen­tencia his­tó­rica que ha eva­po­rado el 10% del valor de la banca es­pañola sólo en oc­tu­bre.

Los valores bancarios apenas reaccionan en Bolsa a pesar de que los precios han caído hasta niveles impensables cuando empezó el año. En enero, los bancos del Ibex subieron una media del 9%. Nadie podía apostar entonces por un 2018 aciago cuyo tramo final dispara máximos la indiferencia de los inversores. Han vendido, pero esta vez no ha sido para comprar más abajo y aprovechar el potencial rebote de los bancos. Esta vez la mayoría se ha marchado con la música a otra parte.

Los expertos están de acuerdo en que el sector seguirá tocada hasta que el 5 de noviembre el Tribunal Supremo termine de definirse sobre el impuesto de actos jurídicos documentados de las hipotecas. El mercado da por hecho que lo pagarán los bancos, pero el dinero no quiere asumir ningún riesgo hasta que no quede claro si la medida tendrá o no caracter retroactivo y, en caso afirmativo, de cuál será su alcance en el tiempo.

"Las firmas de análisis apuestan sin ambages porque no se aplicará la retroactividad, pero entre los inversores pesa más la sensación por otra parte muy real de inseguridad jurídica. No entienden cómo el Supremo ha cambiado el criterio que ratificó en febrero, y eso provoca mucho miedo en la comunidad inversora. Un miedo que se ve en los precios y en las cifras de contratación de la banca, muy deprimidos", aseguran en un 'broker' nacional.

No obstante, fuentes bursátiles coinciden en que si no se aplica la retroactividad habrá bastante dinero dispuesto a entrar en los bancos. "Vemos a Santander y BBVA tratando de mantenerse sobre sus grandes soportes a corto plazo de los 4 y de los 5 euros, a Sabadell cerca de perder el nivel de 1 euro, o a Caixabank bajando de los 3,50 euros. Son precios que hace apenas dos trimestres habrían provocado una gran entrada de dinero. Ahora estos valores están secos", aseguran.

Por lo tanto, si no se cumple el peor de los escenarios en el Supremo, la banca podría estar ante una oportunidad de rebotar en el tramo final del año y recortar las abultadas pérdidas acumuladas este año. Pero los analistas descartan una recuperación muy potente y sostenida. "No hay razones. Habrá alivio si no hay retroactividad, pero hay muchos factores en contra, empezando porque los tipos de interés no subirán hasta bien entrado 2019", señala un gestor extranjero.

Los expertos apenas creen en la posibilidad de que la temporada de resultados -los bancos españoles del Ibex se retratan entre el 25 y el 31 de octubre- actúe como catalizador, poque las primeras cifras de la banca europea son discretas y porque no hay razones para esperar una sorpresa. Por lo tanto, al margen de movimientos muy puntuales, a muy corto plazo la banca española parece abocada a la oscuridad en Bolsa. Después, el Supremo tiene la palabra.

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