OPINIÓN

Cataluña: Quim Torra y JxCat se quedan solos

Todo suena a elec­ciones an­ti­ci­padas tras la rup­tura entre ERC y JxCat en el Parlament

Torra (JxCat) y Aragonés (ERC).
Aragonés (ERC) y Torra (JxCat).

La fór­mula de sus­ti­tu­ción de par­la­men­ta­rios o acep­ta­ción de voto de­le­gado, que afecta a siete dipu­tados del Parlement de Catalunya, en si­tua­ción de en­car­ce­lados o au­to­exi­lia­dos, rom­pieron el bloque in­de­pen­den­tista. Quedan en mi­no­ría, con 61 es­caños, en un total de 135, toda vez que los cuatro es­caños de la CUP man­tienen su línea de rup­tura total con el go­bierno es­pañol.

Visto el panorama hay serias dudas de que el gobierno del presidente Quim Torra, una coalición entre JxCat y ERC, pueda aguantar la legislatura al menos hasta “después de conocerse la sentencia del Tribunal Supremo”, como dijo Torra, en referencia al juicio que instruye el juez Pablo Llarena.

Los dos principales partidos proindendistas catalanes, Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ya no ocultan sus diferencias sobre cómo abordar el futuro.

La solidaridad saltó por los aires con los votos diferentes en relación a la delegación de voto de los diputados en prisión (Jordi Sánchez, Jordi Turrull y Josep Rull) o del ex president Carles Puigdemont, huído a Bruselas. Mientras, ERC adoptó la fórmula de impuesta por el juez Pablo Llarena de sustitución de sus dos parlamentarios encarcelados (Oriol Junqueras y Raül Romeva), los representantes de JxCat mantienen el principio de voto delegado. Al no aceptarlo el presidente del Parlament de Catalunya, Roger Torrent, el bloque proindependista se resquebrajó.

Entre las múltiples votaciones en la tensa sesión parlamentaria ocurrieron hechos inéditos. Así ocurrió cuando ERC votó –con el apoyo del PSC y de los Comunes– en contra de las propuestas de JxCAT. Y así se abre un incierto futuro para el gobierno de Torra, sobre todo ante la aprobación o rechazo de los nuevos presupuestos –que siempre pueden ser prorrogados–, a los que la CUP ya ha dicho que no aceptará, pero que podría haber un guiño por parte de en CatComú-Podem que adquieren un mayor protagonismo.

En realidad, la brecha abierta en el bloque de los independetistas está entre el independentismo mágico que promete Puigdemont, desde Waterloo, en las cercanías de Bruselas, vía su hombre de confianza Quim Torra, y el realismo proindependista de Oriol Junqueras, desde la cárcel de Lladoners, más orientado al pactismo a corto plazo y a esperar tiempos mejores si es que la nueva cita con la urnas amplia, o no, la franja de un electorado pro independentista, un tanto desconcertado ante la lucha por el liderazgo entre JxCat y ERC.

Resulta significativo que en Lladoners Oriol Junqueras recibió la visita del líder sindical de la UGT, José María Álvarez, junto a la del presidente saliente de la CEOE, Joan Rosell.

Todo ello tendrá incidencia en la futura votación de los Presupuestos Generales del Estado. En especial, si JxCat, como ya anunció Quim Torra, mantiene el ultimátum dado al presidente Pedro Sánchez de que, “si no mueve ficha” no habrá apoyo presupuestario.

Pero habrá que esperar una definición por parte del PDCat (la ex Convergencia que se vió arrastrada por la iniciativa de Puigdemont de crear JxCat en las pasadas elecciones del 21-D) donde hay varias corrientes en relación a la “velocidad” en que debe plantearse un horizonte para una eventual República Catalana.

Por cierto, después de tres votaciones con empate 65 a 65 quedó rechazada la propuesta de romper con la monarquía. No obstante se aprobó la de ir hacia un referéndum pactado con Estado de autodeterminación.

Si, con toda evidencia, el próximo año 2019 será año electoral – tras las elecciones en Andalucía del 2 próximo de diciembre – hay quien propone, en aras del ahorro en campañas, urnas y papeletas, que el 25 de mayo próximo se realicen las municipales y las del Parlamento Europeo, más unas previsibles anticipadas generales y autonómicas, que las habrá en muchas comunidades, incluidas en Cataluña.

Juntas o separadas, las citas electorales del 2019 son las que medirán las fuerzas entre independistas, federalistas o unionistas en Cataluña. Y Cataluña seguirá siendo tema electoral en las elecciones generales.

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