Si la bolsa cae, ¿habrá que resignarse a la exigua rentabilidad que ofrecen los productos bancarios? Desde luego que no. El escenario ha cambiado sustancialmente y en estos momentos incluso puede representar una oportunidad para mejorar la rentabilidad de las operaciones. Principalmente porque los productos financieros se han adaptado a la nuevas condiciones de los mercados. Hasta el punto que puede ganarse más dinero, aunque los riesgos son más elevados.
Los inversores que hayan estado posicionado en la bolsa española a través de algunos de los valores del Ibex 35 en los periodos comprendidos entre los años 2008 y 2009, en plena crisis económica, habrán experimentando como su cartera de valores se ha depreciado un 56 %. Es decir, en una aportación de 10.000 euros se habrán dejado 5.600 euros por el camino.
No obstante, esta situación podían haberla evitado si en esos años hubiesen optado por alguno de los productos financieros que recogen la tendencia bajista de valores, sectores e índices bursátiles. Hasta el punto que habrían generado unos beneficios superiores al 50 % en las operaciones realizadas bajo esta estrategia de inversión. Es inevitable, por tanto, que los inversores se planteen cuáles son los modelos destinados para operar en los escenarios más complicados para la renta variable Desde luego que la ofertase va a ampliando año tras año, pero hay una serie de propuesta que no deben olvidarse para conseguir los objetivos demandados.
Ventas a crédito
Se trata del primer producto que se adaptó a estas condiciones tan especiales de los mercados financieros. Su mecánica se basa fundamentalmente en que el pago de la operación se realiza a medio y largo plazo después de haberse suscrito la operación. Para cada valor se establecerá un porcentaje de efectivo como garantía adicional que parte desde un 15 %. De todas formas no es una cuantía fija ya que este importe varia diariamente en función de la volatilidad de cada activo financiero.
Estos formatos para la inversión se constituyen en un préstamo por el importe total de la venta y el importe prestado se abonará cuando se liquide la operación. El plazo máximo que puede permanecer abierto, tanto el préstamo como la posición, será de entre 5 y 6 meses. Con solamente un requisito para realizar el movimiento con éxito y es que habrá que tener muy claro cuándo va a bajar un valor. Si se tiene la seguridad de ello, no quedará otra solución que abrir posiciones en las ventas a crédito.
Cuando más baje el valor seleccionado, mayores serán las ganancias que se generarán desde estas posiciones. Pero si no fuese así, la situación sería muy peligrosa ya que las pérdidas serán muy elevadas. Por supuesto más que en la compra y venta de acciones en la bolsa u otros productos más o menos convencionales. No en vano, es mucho el dinero el que está en juego a través de este formato para la inversión.
Fondos inversos
Uno de los productos que mejor recogen este escenario son los fondos de inversión. A través de las modalidades denominadas inversas. En este caso, las operaciones no se realizan sobre un valor en concreto. Sino por el contrario, sobre un índice de la bolsa nacional o internacional. En estos momentos puede operarse sobre un importante número de propuestas: Ibex 35, Eurostoxx 50, Nasdaq 100 o CAC 40. Al igual que en las ventas a crédito, a medida que los movimientos son más violentos a la baja, las revalorizaciones se van incrementando progresivamente. Hasta conseguir plusvalías que raramente se recogen a través de los productos más convencionales que operan en bolsa.
Si se está seguro de que un índice bursátil va a caer en las próximas semanas no habrá otra solución que abrir posiciones en alguno de estos fondos. No obstante, es una operación para realizarla bajo una tendencia bajista muy acusada y nunca en movimientos puntuales debido a que los efectos pueden ser contraproducentes. Habitualmente las ganancias generadas se corresponden proporcionalmente con la bajada en la cotización del índice objeto de la operación. Con unas comisiones que normalmente son un poco más expansivas que en los fondos más tradicionales.
Warrants
Se trata de un producto más agresivo que también puede aprovecharse de los escenarios bajistas en bolsa. En este caso por medio de las opciones, que pueden generar un derecho a comprar (call) o vender (put) un activo subyacente con un vencimiento y a un precio previamente establecido. De esta forma, permite optar por un valor u otro activo financiero que vaya a desarrollar movimientos a la baja. Con mayor rendimiento si al final esta condición se cumple.
Su aportación más relevante reside en el hecho de que no es necesario mover mucho capital para el elevado apalancamiento en bolsa. Además, contempla comisiones que son más competitivas que en los anteriores productos. Aunque un efecto mal calculado en el nivel de apalancamiento tendrá una repercusión muy negativa sobre sus resultados. Es el que aporta mayor complejidad técnica para operar.