Días después de que BBVA Research alertara de que los datos de contención de creación de empleo del mes de julio le obligaban a anticipar una ralentización del crecimiento en el tercer trimestre del año, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha ignorado estas advertencias y ha anticipado que en el cuadro macroeconómico que acompañará a los presupuestos, se modificarán al alza las previsiones del Gobierno.
El mercado bursátil español lo ha agradecido, con una leve recuperación que consolida los beneficios en lo que va de año en el entorno del 10 %, aunque sus cotizaciones estén todavía muy lejanas de los máximos previos a la crisis. Para recuperar esos niveles, la bolsa española tendrá que esperar todavía mucho tiempo.
Es la tercera mejora consecutiva de las previsiones que ha dado a conocer el Ejecutivo sobre el comportamiento de la economía, información que el mercado español ha recibido con satisfacción, pese a las incertidumbres que han provocado los atentados en Barcelona y Cambrils
De Guindos ha descartado que la actuación de los terroristas, que han provocado más de 20 muertos, vayan a tener efectos económicos reseñables en España. Así lo ha hecho en un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía tendente a despejar algunas dudas que se han planteado a partir de las actuaciones de los terroristas. El mercado español ha cerrado con una ligera mejora del índice principal, reduce las pérdidas que habían sumado el 1,38 % en lo que va del mes de agosto y consolida la mejora anual hasta el 10,75 %. En esta ocasión el sector bancario ha sido el pilar de la mejora.
El ministro ha admitido que los atentados del 11-M del 2004 si tuvieron efectos notables y prolongados sobre la economía, pero que no debe ser el caso en este momento. Guindos no ha dado detalles del por qué se llega a esa conclusión desde los servicios de previsiones del Gobierno. Pero ha sido muy claro a la hora de reiterar que con ocasión de la presentación del Proyecto de Presupuestos Generales del Estado prevista para antes del 1 de Octubre, como manda la Constitución, se dará a conocer la revisión al alza.
Ha descartado además que el sector turístico, elemento clave en la consolidación del crecimiento y de la creación de empleo, se vaya a ver afectado, descartando las peores previsiones de quienes recuerdan que el año pasado París perdió del orden de un millón y medio de turistas como consecuencia de los atentados terroristas del 13 de noviembre del 2015.
El descenso de los visitantes fue especialmente sensible entre los turistas japoneses que disminuyeron en el 2016, un 42 % y de los chinos, con una caída del 21 %. El descenso de los ingresos se cuantificó en unos 1.500 millones de euros, con una caída de las pernoctaciones del orden del 9 %, según el Comité Regional de Turismo parisino. El turismo supone el 10 % de la economía de la capital francesa.
Pero desde el sector turístico español confían en que las consecuencias para España sean inferiores al caso francés. Señalan primero que el turismo japonés y chino sigue estando muy por debajo de lo que representan en otros países, aunque la cifras de incremento de turistas procedentes de estos países asiáticos ha sido muy importante.
En el caso de la Comunidad de Madrid, en los cinco primeros meses del año el aumento del turismo chino ha sido del 85 % y del 43 % en el caso japonés. Aunque en términos absolutos estas cifras de visitantes siguen siendo modestas, algo más de 55.000 turistas chinos y 48.744 visitantes japoneses.
El Gobierno ha cambiado de estrategia ante la presión de la oposición. La misiva es reiterar el lanzamiento de mensajes sobre la positiva evolución de la economía y de la mejora del empleo frente a la decisión de la oposición de forzar la crítica en el ámbito político. Y en este sentido ha conseguido la presencia del presidente del Gobierno y de cinco ministros antes de que se reanuden las sesiones ordinarias en el Congreso.
El anuncio de De Guindos trata de garantizar a los inversores la bondad de la economía española ante la incertidumbre que puede generar que el presidente del Gobierno tenga que dar de nuevo explicaciones en el Congreso sobre la presunta financiación irregular del PP. En un primer momento al menos ha conseguido su objetivo. Y no parece que el modelo elegido para la comparecencia de Rajoy vaya a suponer ningún riego adicional para los mercados.