DESDE EL PARQUET

El terror golpea al sector turístico

El aten­tado yiha­dista a Barcelona ha im­pac­tado de lleno en las em­presas co­ti­zadas li­gadas al sector tu­rís­tico en un am­biente de preo­cu­pa­ción por sus efectos en uno de los mo­tores de la eco­nomía es­pañola. En estos úl­timos me­ses, España venía li­de­rando el cre­ci­miento in­ter­na­cional del sector gra­cias a ser uno de los des­tinos más se­guros del mundo.

El atropello masivo, sin embargo, ha puesto de manifiesto que nadie está libre de la amenaza terrorista y eso ha extendido el temor entre los inversores ante el posible frenazo de visitantes extranjeros, tal y como ha ocurrido en otras zonas, que puedan agravar los problemas latentes propios de las compañías del sector.

Una de las más afectadas puede ser IAG. La aerolínea hispanobritánica, pese a la diversificación geográfica, mantiene una elevada dependencia a su actividad en España y su negocio se puede ver seriamente resentido. Sobre las acciones de la compañía sigue pesando además el fuerte proceso de reestructuración de Iberia.

Factores todos ellos que han frenado la tendencia alcista que venía marcando el valor gracias a la menor presión en los precios del combustible. Ahora ha entrado en un proceso de consolidación que abre las puertas a los distintos escenarios de subidas o bajadas en función de los factores exógenos que puedan afectar al grupo.

Los operadores también miran con preocupación a AENA. Un frenazo en la actividad turística se dejará sentir también en las cuentas del principal gestor de los aeropuertos españoles Una presión añadida a la posible avalancha de conflictos laborales que se ciernen sobre la compañía tras el verano.

El valor ha roto la tendencia alcista que le llevó a marcar máximos sobre los 183 euros por acción, y los expertos temen una posible corrección –si no soluciona pronto sus problemas– hasta los 135 euros por acción, donde encuentra su principal nivel de resistencia.

Meliá Hoteles y NH hoteles son los otros dos grandes valores que observan con preocupación los posibles efectos del terrorismo, pues ni siquiera su alta diversificación geográfica les libra de una amenaza a nivel global. Las acciones de ambos grupos hoteleros respondieron el viernes con amplios descensos.

En el caso de Melíá ha acentuado, las correcciones de las últimas semanas tras registrar máximos anuales en abril a cerca de 14 euros por acción. Estos ajustes, de momento, no han roto el canal alcista que viene desarrollando desde mediados del año pasado.

En el caso de NH si se ha interrumpido la tendencia alcista hacia sus máximos en seis años que venía desarrollando. Una proyección lograda gracias a la paz interna en su accionariado lograda en los últimos meses que le ha permitido aprovechar en su máxima extensión el crecimiento turístico. Se espera, por tanto, que el frenazo del viernes sea meramente puntual siempre que se recupere la normalidad.

Preocupación también entre los gestores de viajes como Amadeus o Edreams, aunque su primera reacción a los atentados ha sido menor. En este sentido, las asociaciones de agencias de viajes coinciden en señalar que los atentados no afectarán seriamente al turismo ni a su actividad.

Siguiendo esta opinión, losoperadores confían en que poco a poco se volverá a imponer la tranquilidad en las próximas jornadas tanto en el conjunto de los mercados como en todas aquellas compañías ligadas al sector turístico

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