Dentro de esta categoría podría incluirse a Renta Corporación, empresa especializada en la rehabilitación y alquiler de edificios.
En los patios de operaciones no se deja de hablar de la fortaleza que vuelve a mostrar el grupo después de la dura crisis inmobiliaria que le llevó a tocar mínimos absolutos en Bolsa en 2013.
El giro estratégico adoptado por el equipo gestor está impulsando las cuentas de la compañía y está devolviendo la confianza a los accionistas. Este cambio ha culminado en estos meses con la creación junto al fondo de pensiones holandés APG de una Socimi con el objetivo de diversificar el negocio al ampliar su mercado objetivo además de generar para el grupo unos mayores ingresos recurrentes futuros.
Esta sociedad cuenta con una capacidad de inversión de 250 millones de euros y centrará su actividad en viviendas en renta e Madrid, Barcelona, sin descartar posibles oportunidades de negocios en el resto de las principales capitales de provincia españolas.
De momento, al grupo no le podría ir mejor. Según refleja su último informe de gestión, el resultado neto en el primer semestre del año se ha disparado hasta los 7.1 millones de euros, un 255% más respecto a los 2 millones de beneficio contabilizados en el mismo período del pasado ejercicio.
Renta Corporación gestiona una cartera de edificios valorada en algo más de 210 millones de euros más otros 45 millones en alianza con fondos inmobiliarios, prácticamente el mismo nivel que al cierre de 2016.
La deuda neta, sin embargo, ha crecido en 6,9 millones de euros, hasta los 28,3 millones, debido en buena medida al incremento de la financiación de las nuevas operaciones en marcha. El objetivo de la compañía es aprovechar las buenas expectativas de demanda, gracias a la recuperación económica, tanto en el segmento de “retail” como de oficinas.
Desde un punto de vista técnico, después de recuperar su mejor nivel desde 2010, el valor, que capitaliza algo menos de 100 millones de euros, se enfrenta ahora a un importante nivel de resistencia sobre los 3.2 euros por acción.
Tras un corto proceso de consolidación, los expertos no dudan en que podrá romper pronto esta cota contra la que ya chocó en mayo. Si lo consigue mantendrá la tendencia alcista desarrollada este año que le ha llevado a acumular una subida cercana al 70%, con un siguiente objetivo en los 3,5 euros por acción.