Otras encuestas de las últimas horas están a mitad de camino. La metodología, la manipulación, la cocina o simplemente la profesionalidad están detrás de estas diferencias, por otro lado bastante similares a lo que se viene registrando en otros países, especialmente desde la irrupción del reinado en internet de las ‘fake news’ y las redes sociales.
Pero la tendencia es la misma en todo los casos. En primer lugar, Theresa May baja y Jeremy Corbyn sube. Más por una terrible campaña de ella y por los espeluznantes acontecimiento como los tres atentados terroristas en los últimos 75 días. En segundo, los conservadores perderían unos 21 escaños y bajarían dela confortable mayoría de 330 que tienen ahora en el Parlamento.
Los conservadores subirían, según esas proyecciones, de 232 escaños ahora a 268. El resto, hasta completar los 650 escaños, se los disputan los liberal conservadores, los nacionalista escoceses, los ultranacionalistas de Ukip, los verdes y otros. Pero una a veces impensable pero nada imposible coalición de opositores podría desbancar a Theresa May.
Por eso la prensa británica, y no pocos observadores en todo el mundo, han pasado en muy pocas semanas de reflexionar sobre por cuánto ganaría May a si podrá repetir la mayoría absoluta primero, a si podría perder el Gobierno luego y hasta en algún caso a si podrá darse un batacazo histórico. Muy a pesar de Theresa May, la memoria no falla: ha sido la ministra del Interior durante los años en que algunos de los yihadistas británicos han campado a sus anchas pese a todas las señales de alarma.
Es el análisis que hace The Nation, la revista de información más antigua de EEUU. Data de 1865, fundada por abolicionistas de la esclavitud, y su trayectoria ha estado más o menos marcada por lo que allí llaman ideología ‘liberal’, que por aquí se traduce como más a la izquierda. Un conocido comentarista, Sam Husseini, acaba de publicar el siguiente artículo, con una estremecedora analogía: ‘Después de un ataque terrorista, España rechazó a los halcones, ¿lo hará también Gran Bretaña?’.
Husseini no entra en las teorías conspiranoicas, faltaría más. Tiene cosas más importantes que hacer, como vincular el resultado electoral en España el 14-M de 2004 con las mentiras del Gobierno Aznar al achacar a ETA los atentados desde el primer momento. ¿Por qué mintió el Gobierno español?, se pregunta.
Su respuesta: ‘Calculó, probablemente con razón, de que el pueblo español se enfurecería por tanta sangre derramada en Madrid en represalia por la implicación española en la guerra de Irak, que ya era muy impopular’. A la hora de la verdad, resultó que fue peor el remedio que la enfermedad: se duplicó el cabreo por la guerra con la indignación por la mentira.
The Nation traslada la escena desde Madrid a Londres: ‘Esta historia ofrece una lección crucial a Gran Bretaña ahora, a sólo unos días de una elección que sigue a una serie de ataques cerca del Puente de Londres. La actual primera ministra Theresa May ha respaldado prácticamente cada guerra en la ha participado el país. Por el contrario, el líder laborista Jeremy Corbyn había criticado también en la práctica todas las guerras’.
La moraleja de Husseini es un tanto superficial, por no decir de pacifismo pase lo que pase y allá películas: viene casi a comprometerse a que si no se va a ninguna guerra, no habrá atentados yihadistas. No menciona la palabra cobardía, rendición o sumisión, ni se le ocurre. Lo que le interesa en realidad es hacer la vinculación casi matemática entre enviar soldados a cualquier guerra a un país musulmán como siembra de terrorismo en casa.
Y lo recalca en palabras del propio Corbyn: ‘Muchos expertos han apuntado las conexiones entre las guerras en otros países que nuestro Gobierno ha apoyado o en las que ha combatido y el terrorismo interior’. Pero no está muy seguro de que el líder laborista llegara a esa rendición que trasluce el artículo: ‘La elección de un Gobierno Corbyn, por supuesto que no garantizar el fin de los ataques terroristas a Gran Bretaña. Para empezar, no está claro que Corbyn se sumará a una posición no intervencionista y pro-paz. Recientemente ha parecido distanciarse de posturas anteriores, como la de retirare de la OTAN.
Menos mal que Hussein, cuando cuenta lo que ha pasado en España desde el 11.M, con ausencia de grandes atentados yihadistas, no se lo achaca a la retirada de las tropas de Irak en aquel momento, sino a que ‘aparentemente se han desarticulado en España intentonas de terrorismo relacionado con Oriente Medio’. Y tanto: van 212 detenciones en los últimos dos años.