El úl­timo mo­vi­miento en el Popular res­ponde a todo lo acon­te­cido en los úl­timos meses

La pérdida de reputación obliga a la banca a un baile de responsables de comunicación

Los cam­bios y re­fuerzos al­canzan in­cluso a en­ti­dades con es­ta­bi­lidad en sus cú­pulas

Francisco González, presidente del BBVA.
Francisco González, BBVA, errático informativo.

Si los bancos han visto men­guada su ren­ta­bi­lidad du­rante la cri­sis, su repu­tación ha caído a mí­nimos con una buena serie de re­cla­ma­ciones ju­di­ciales y unos cam­bios bruscos en sus cú­pulas que han obli­gado a una serie de cam­bios en sus equipos de co­mu­ni­ca­ción. Incluso, al­gunos bancos con más es­ta­bi­lidad de sus di­rec­tivos tam­bién han re­no­vado y re­for­zado sus equipos de co­mu­ni­ca­ción, ya que ante el con­trol de los me­dios tra­di­cio­nales (en pa­pel) han pro­li­fe­rado los pe­rió­dicos di­gi­ta­les.

El último (o penúltimo cambio) de un director de comunicación de banca se ha producido en el Popular. Su consejero delegado, Ignacio Sánchez-Asiaín, negaba durante la presentación de los resultados del primer trimestre más cambios en el organigrama del banco sobre el que está puesto el foco informativo en los últimos meses. A su lado, Carlos Balado, un veterano periodista en tareas de comunicación, cumplía con el último acto de servicio al frente de la dirección de comunicación.

Con tan sólo la pausa del fin de semana, el banco comunicaba el nombramiento de Antonio San José como nuevo director de comunicación en sustitución de Balado, al que se agradecían los servicios prestados. Sobre todo, los que ha tenido que asumir en los últimos tiempos convulsos en la entidad que ahora preside Emilio Saracho.

La forzada salida de Ángel Ron de la presidencia del Popular y las distintas filtraciones sobre los cambios en la cúpula han sido determinantes. "No puedes estar negando cosas que son verdaderas o acontecimientos que te sobrepasan con su publicación en los más diversos medios". Así justifica otro director de comunicación de un banco de la competencia la salida de Carlos Balado del Popular. "Estaba en el mismo lote que Ron, porque era un hombre del anterior presidente".

Este relevo se producía tan sólo unos días después de conocerse de que el periodista Julio Pastor era designado como director de comunicación externa de CaixaBank, en dependencia directa de la directora ejecutiva de Comunicación, María Luisa Martínez. Aunque las riendas de todo lo relacionado con la marca del grupo las mantiene Jaume Giró desde la dirección general de la Fundación La Caixa, el refuerzo se presumía necesario ante la dimensión "ibérica" que ha adquirido el grupo con el control del portugués BPI.

Apuesta confusa del BBVA

Eso sí, la apuesta más anglosajona ha sido la del presidente del BBVA, Francisco González (FG) cuando promocionó a Paul Tobin hasta la dirección del área de comunicación. Hasta el idioma de los cargos cambió al inglés con la remodelación acometida a primeros de mayo de 2015, con la salida de Ángel Cano y el nombramiento como nuevo consejero delegado de Carlos Torres.

Tobin ha conformado un equipo propio desde entonces con profesionales procedentes de diversos canales de televisión, al igual que la trayectoria primordial de Antonio San José antes de su llegada a la dirección de comunicación del Popular. El último "éxito" del Dircom del BBVA ha sido la convocatoria por plasma de los resultados del primer trimestre, para enfado de la profesión y queja oficial de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).

Desde luego, las menores convulsiones en los departamentos de comunicación de los bancos son las de aquellas entidades con una mayor estabilidad en sus cúpulas directivas, como el Sabadell o Bankinter, aunque por su nueva dimensión internacional también han sido necesario algunos refuerzos aunque no en primera línea.

Tras cinco años de la nacionalización y la llegada del equipo gestor de José Ignacio Goirigolzarri, el equipo de comunicación de Bankia se mantiene estable al mando de Amalia Blanco, aunque con algunas pequeñas variaciones y refuerzos en los últimos tiempos, más que necesarios ante la reducida dimensión del departamento.

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