Con este fin, la cotizada completó el viernes pasado un aumento de capital con la emisión de 5,69 millones de acciones ordinarias nuevas por importe de 18,2 millones de euros. La colocación privada dirigida a inversores institucionales se realizó a 3,2 euros por acción, con un notable descuento, casi un 20%, respecto a su cotización, provocando una caída en Bolsa del orden del 14%.
Aunque esto suponga la dilución de los títulos de la compañía, los expertos señalan que será una operación muy beneficiosa a largo plazo. La entrada de inversores internacionales cualificados, así como de fondos especializados en la industria biofarmacéutica, especialmente de Norteamérica y Europa, llevarán a Orizon a ganar peso en el sector fuera del país.
Entre otras cosas, los fondos obtenidos servirán para financiar programas clínicos en el área de la neurodegeneración, neuroinflamación y otras enfermedades. La compañía ha destacado que esta financiación adicional le servirá para avanzar tanto en el desarrollo de sus fármacos como en su posicionamiento en el mercado americano.
Además de la importancia de estos ingresos en el desarrollo de sus investigaciones, la entrada de inversores de estas características supone una importante inyección de confianza respecto a la evolución de sus compuestos. El mercado ya reaccionó muy positivamente en noviembre a los avances de uno de sus productos, licenciado por Roche, para el tratamiento de la leucemia.
Ahora los esfuerzos de la compañía se están centrando sobre todo en el Ory-2001. Un compuesto con indicaciones para el tratamiento del Alzheimer y la esclerosis múltiple al que se le han destinado una fuerte inversión de 25 millones de dólares. Aunque aún quedan años de investigación y los resultados son aún inciertos, la compañía se muestra muy optimista.
Los inversores también tienen depositadas grandes expectativas y están apostando abiertamente por el grupo biotecnológico al considerar razonables los riesgos de incumplimiento de los objetivos en relación a la altísima rentabilidad a medio y largo plazo.
Una vez que el mercado comprenda la importancia de la ampliación de capital, y eso será relativamente pronto, los operadores consideran que los títulos de Oryzon retomarán el camino alcista de forma lenta pero segura. Su principal barrera a corto plazo se sitúa en torno a los 4,2 euros por acción y a partir de ahí encuentran dos importantes resistencias sobre los 4,5 y los 4,8 euros por título.
La falta de dividendo y la estrechez del valor hacen aconsejable, no obstante, extremar la prudencia entre los pequeños inversores. Si bien es muy interesante tenerlo en cartera, señalan los expertos, conviene ir tomando posiciones solo conforme se vayan cumpliendo los objetivos.