A la hora de buscar responsables de la crisis ha mencionado la falta de adecuación de los gestores de las cajas, la falta de medios del Banco de España para hacer una supervisión adecuada e imponer sus criterios y el desinterés del entonces Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al que obliga a pedir voluntariamente su comparecencia en la comisión.
Una declaración de estas características hace obligada la comparecencia del expresidente del Gobierno, algo a lo que hasta ahora se han resistido los diputados socialistas a toda costa.
El mensaje de este flamenco, ex profesor de la Universidad de Gante no es muy tranquilizador. No se puede descartar una nueva crisis y aventura más fusiones, lo que puede provocar todavía una mayor concentración del sector que no pocos especialistas empiezan a considerar como un problema. Entre ellos el propio Derosse que considera que hay bancos muy grandes en Europa para los que no habría medios de apoyar si se produjera una nueva crisis. E insistimos, no la descarta.
Su intervención ante la Comisión de Investigación de la crisis financiera y el origen de la crisis ha tenido dos partes muy diferentes. Su exposición inicial, la que traía escrita, ha sido clara, en muchas ocasiones excesivamente trufada de paternalismo.
Derosse ha transmitido la imagen del profesor sabelotodo pero despreocupado, que no duda en otorgar aprobados o suspensos, sin aportar los datos que justifiquen esas notas. Ha asegurado que encontró muchos funcionarios de una alta cualificación. ¿Y qué esperaba? Ha tenido especial interés en reconocer el trabajo del FROB y la Sareb. Se ha mostrado más distante con el Banco de España, que según su criterio no pudo hacer más porque le faltaban instrumentos legales para actuar.
Contradice en este caso al presidente de la patronal bancaria, José María Roldan, para quien no se habría aplicado todo la normativa como medida precautoria. Volveremos sobre esta intervención que hasta ahora ha pasado inadvertida sobre los aspectos más significativos de su comparecencia en el Congreso.
Derosse, en la segunda parte de su intervención, cuando ha tenido que responder a las preguntas de los diputados, lo ha hecho de forma más vaga. Pese a haber afirmado inicialmente que el sistema financiero está hoy mucho mejor que hace cinco años, la ha dejado muchas obligaciones para el futuro.
Aunque el proceso ha resultado difícil, la banca está mejor capitalizada, pero se tiene que finalizar la privatización, abordar el exceso de activos inmobiliarios tóxicos que quedan todavía en manos del sector financiero, reducir la morosidad y mejorar la rentabilidad. Esto último espera que suceda cuando suban los tipos de interés.
También ha tenido palabras, sin mencionarlo, para el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La Comisión Europea alertó en varias ocasiones de los riesgos porque la evolución económica no era sostenible.
Uno podría preguntarse por qué la Comisión no hizo nada más con carácter previo. A lo que Derosse responde que tenían un mandato muy limitado hasta que se firmó el memorando de entendimiento.
No ha explicado por qué los bancos pudieron afrontar la situación y la mayoría de las cajas no, pese a que para él, el principal problema de España fue común, la burbuja de crédito. Esta se financió con deuda externa, lo que nos situó en una posición insostenible cuando subieron los tipos de interés. Tampoco ha precisado en ningún momento qué es lo que la supervisión del Banco de España podría haber hecho de más que no hizo porque no tenía los medios.
Tras alabar los niveles de crecimiento experimentados por la economía española, cuando se ha referido a la actualidad se ha confundido sobre los niveles actuales de crecimiento, que ha situado muy por debajo de lo que es. Tampoco ha precisado las reformas que deba aplicar la economía española para garantizar niveles superiores y duraderos de crecimiento.
No ha sido hoy el único que ha atribuido al programa de rescate de Bruselas la recuperación económica española de los últimos años. También lo ha hecho el que fuera comisario de Asuntos Económicos y Monetarios hasta el 2014, hoy miembro del consejo de gobierno del Banco de Finlandia, Olli Rehn.
No le ha gustado nada que le hayan criticado por el diseño de la política nada es posible. Una decepción. Pero Bruselas ha apuntado tan directamente a Zapatero que no le queda más opción que aunque su partido no lo convoque, pedir el la comparecencia en la comisión. Lo contrario sería un sinsentido.