Una expectativa que en principio seguirá vigente mientras no se adviertan transvases desde la renta fija a la variable, algo casi utópico en estos momentos, pues los inversores han seguido buscando refugio en bonos alemanes, situando su rentabilidad a 10 años en ‘-0,17%’.
La confianza está tocada y, desde luego, no faltan razones para ello, pues, por lo pronto, a lo largo del primer semestre se han recortado las previsiones de crecimiento y, todo parece indicar, que la segunda parte del año seguirá también caracterizada por un lento crecimiento económico.
Una situación que se complica con las consecuencias del referéndum británico, aunque curiosamente haya descendido la tensión entre los inversores en el tramo final de la pasada semana, a pesar de que el escenario ‘post brexit’ se complica con los problemas de la banca italiana y la amenaza de posibles contagios entre entidades de otros países.
Desde luego, la situación del sector financiero italiano no era ningún secreto, pero los montantes de activos tóxicos que mantiene en sus balances, sí han sorprendido a más de uno. Otro factor que contribuye a generar preocupación han sido los malos indicadores ‘macro’ publicados la pasada semana en Alemania, donde los datos de mayo de producción industrial, exportaciones y pedidos a fábrica decepcionaban, haciendo temer una ralentización del crecimiento en el segundo trimestre.
La mejora ambiental experimentada en el cierre de la última semana fue generada exclusivamente por los datos de empleo en EEUU, ya que el número de puestos de trabajo creados en junio superó en más de 100.000 los previstos por los analistas, lo que zanjó las dudas ocasionadas por el decepcionante balance del empleo en mayo y extendió la idea de que la economía estadounidense, que es prácticamente inmune al brexit, podría actuar de locomotora en los próximos trimestres.
Esta fuerte creación de empleo acaparó la atención de los inversores, dejando en segundo plano el hecho de que la tasa de desempleo hubiera subido desde el 4,7% hasta el 4,9%, superando en una décima la previsión del mercado.
En días venideros, indudablemente, se van a producir rebotes en los mercados europeos, pues múltiples valores acumulan castigos que no se corresponden con sus fundamentales, pero transcurrirá tiempo antes de que el impacto del brexit termine de descontarse y más aún para que se restablezca la confianza y la renta variable inicie una nueva fase alcista.
El aspecto del Ibex 35 no mejorará en tanto no supere la cota ‘pre-brexit’ (8.885,30) y cierre el hueco bajista que abrió con el resultado del referéndum, pues será entonces cuando podría iniciar un relanzamiento convincente. Entre tanto trazará un movimiento lateral, siempre que logre no perforar el mínimo intradía del pasado 27 de junio (7.579,80 puntos), cuya pérdida ennegrecería el panorama y abriría la puerta a caídas de mayor importancia.
En la semana que ahora empieza, hay expectación ante la reunión de ministros de Finanzas de la UE, que tendrá lugar este martes, así como del informe que presentará ante el Parlamento británico el gobernador del Banco de Inglaterra, pues se espera que la autoridad monetaria de Reino Unido rebaje, en su reunión del jueves, los tipos de interés.
También ha ganado interés el contenido del ‘Libro Beige’ de la Reserva Federal, ya que tras el balance del empleo de junio han aumentado las probabilidades de que se produzca una nueva subida de tipos de interés antes de fin de año, por lo que no se descarta que el mensaje que remita al mercado, Janet Yellen, tras la reunión que mantendrá el Comité Federal del Mercado Abierto, la próxima semana -el 26 y el 27 de julio-, aporte pistas al respecto. Además, esta semana están programadas varias intervenciones de diversos miembros de la Fed.
En el campo ‘marco’, hay previstas abundantes referencias en todos los mercados y, además, se inicia el periodo de presentación de resultados empresariales en EEUU, que como es habitual abrirá Alcoa, hoy lunes; seguirán Delta Air Lines, el miércoles; JP Morgan, el jueves, y, finalmente, Citi y Wells Fargo, el viernes.
El lunes, sin referencias especiales, los mercados abrirán condicionados por los datos del IPC de China en el mes de junio, que se publicaron en la madrugada del domingo.
El martes, las únicas referencias se conocerán en la Unión Europea: el Tesoro español subastará letras a seis y a 12 meses y se dará a conocer el IPC de Alemania en junio.
El miércoles, en Japón, se publicará la producción industrial de mayo y en China, la balanza comercial de junio. En la Unión Europea, se harán públicos los datos de IPC armonizado de España, Francia e Italia en junio, así como la producción industrial de la Eurozona en mayo. Por su parte, en EEUU, se publicará el ‘Libro Beige’ de la Fed y los índices de precios a la importación y a la exportación en junio.
El jueves, en la Unión Europea, acaparará la sesión la reunión de julio del Banco de Inglaterra. Y, en EEUU, se conocerán las peticiones de subsidios de desempleo cursados la pasada semana y los precios a la producción de junio.
Finalmente el viernes, en China, se conocerán el PIB del segundo trimestre, la producción industrial de junio y las ventas minoristas del mismo mes. En la UE, se publicarán la Balanza comercial de la Eurozona en mayo y el IPC armonizado de la Eurozona en junio. En Estados Unidos, a su vez, se harán públicos los datos de IPC de junio, las ventas minoristas de junio, el índice de producción, tasa de ocupación de la capacidad productiva en el mismo mes y la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan en julio.