La prisión de Soto del Real (Madrid) se convirtió por unas horas en el punto de encuentro de antiguos rivales y ahora compañeros de cárcel, aunque ya se encuentren en penales diferentes. Uno de los presuntos grandes azotes del ex presidente de Banesto, Mario Conde, ha sido el más reciente en llegar, el presidente de Asubanc. El estrafalario Pineda empezó su carrera muy joven, mucho antes de poner en práctica sus desafiantes (y, de momento, supuestos) derroteros chantajistas durante los años noventa, y lo hizo al principio con el apoyo del Banco de España y la complicidad latente de muchos banqueros.
Veinte años después, el presidente de Ausbanc se encuentra en prisión por sus conocidísimas prácticas de presunta extorsión a diversos bancos y empresas. Fue en marzo de 1994 cuando saltó a la fama -que no a la cárcel, donde ya estuvo por un delito como menor de edad-, cuando mantuvo ante la junta de accionistas de Banesto la acción social de responsabilidad civil que acabó derivando, por órdenes o no del Banco de España, en una acción popular, de cuya suerte inconclusa casi nadie se acuerda.
Por aquel entonces, Pineda estaba mucho mejor visto en el sector financiero español que en años posteriores, cuando su modo de actuar comenzó a desesperar a algún que otro banquero. Entre ellos, el que fuera presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, que ya ha conocido los recintos de la cárcel de Soto del Real por la decisión del juez inhabilitado Elpidio Silva. Resulta curioso que Matías Amat Roca, que fuera director general de participadas en Caja Madrid y mano derecha de Blesa, se librara entonces, aunque no pudiera escaparse del escándalo de las "tarjetas black", de cuyos opacos saldos disfrutara hasta un importe de 431.000 euros.
Blesa ha anunciado que se plantea ahora pedir daños y perjuicios por las personaciones de Luis Pineda y Miguel Bernard en algunos de los casos en los que se ha visto envuelto, tanto por parte de Ausbanc como del denominado sindicato Manos Limpias, cuyo máximo responsable también ha sido trasladado desde dicho centro a otra instalación penitenciaria en Navalcarnero.
Otro que pasaba por allí
Tanto para Pineda como para Bernad hay otro recluso en Soto del Real que les puede resultar algo más que conocido. Se trata del ex presidente de la CEOE y antiguo consejero de la Caja Madrid presidida por Miguel Blesa. Gerardo Díaz Ferrán se vio ante el juez Silva por el crédito concedido por la antigua caja madrileña por un importe superior a los 26 millones de euros cuando él y sus empresas ya mostraban claros signos de insolvencia.
En dicho juicio, como en el caso de la compra del City National Bank de Miami contra Miguel Blesa, Luis Pineda se personó como abogado acusador, después de que el banquero jienense ya no se plegara a la política de inserciones publicitarias o pagos varios que se le trataba de imponer desde Ausbanc.
Algunos letrados relacionados con las causas envueltas señalan que las coincidencias no terminarían en este punto, ya que habría que ver el papel decisivo que el abogado catalán, ex político convergente catalán, uno de los "padres de la Constitución" española y profesional libre de toda sospecha -el consejero del Banco Sabadell, Miquel Roca- va a desempeñar en el que será sin duda uno de los procesos judiciales más enrevesados de las últimas décadas en España.
En el aire quedará también la presencia y suerte de Miguel Blesa y sus problemas con el rescate público de la actual Bankia (fruto de la fusión de varias cajas de ahorro, incluyendo la desaparecida Caja Madrid, y que ha requerido más de 22.500 millones de inyecciones públicas) y de sus más estrechos colaboradores, entre ellos el antiguo director de negocio, Matías Amat Roca, imputado en el caso de las tarjetas black. Hay y habrá muchas coincidencias, no precisamente culinarias.