Este plan quinquenal para la rehabilitación de la red vial de Chile se suma a los proyectos ya acometidos en 2014 y 2015, años en los que Santiago destinó 1.100 millones de dólares para obras concesionadas al sector privado y se produce en un momento en el que la economía chilena apenas crece por encima del 2%, debido a las menores inversiones en el sector minero y a la caída de los precios de las materias primas.
Bachelet señaló al anunciar el plan vial que su Gobierno se ha propuesto como objetivo “reactivar la economía, no solo para garantizar y ampliar el bienestar de las familias, sino también para darle una base sólida a las reformas que la sociedad demanda”. “A pesar de la estrechez económica, vamos a usar todas las herramientas del Estado para acelerar el crecimiento. Este es el carácter social y estratégico que tienen las inversiones que estamos haciendo”, indicó.
Según la presidenta, el plan permitirá mayor seguridad y condiciones más apropiadas para un tránsito de vehículos, “que ya no es el que teníamos hace 10 ó 20 años. Se requiere actualizar nuestra infraestructura para responder a la situación actual y adelantarnos a lo que ocurrirá dentro de los próximos años”.
El PIB chileno creció en 2015 el 2,1%, un 0,2 % más que el año anterior, según los últimos datos del Banco Central. Se trata de un dato consecuente con las últimas previsiones oficiales y se sitúa dentro del marco del ciclo de desaceleración que afronta la economía del país, afectada por un escenario internacional adverso y, a nivel interno, por un bajo dinamismo de la demanda y de la inversión.
Organismos internacionales como la Cepal y el FMI prevén que el PIB crezca el 2,1% este 2016 (frente al 2,5% inicialmente previsto) y sitúan el avance del año pasado en el 2%. Con todo, Chile se comportó en 2015 mejor que la región (que sufrió una recesión del 0,4%) y también lo hará éste (las previsiones van de un avance del 0,2% a una caída del 0,3%). El país sólo progresó el 1,8% en 2014, tras expandirse el 5,4% en 2012 y el 4,1% en 2013.
El Plan de Mejoramiento de Carreteras considera obras en 112 comunas de 12 regiones para los próximos cinco años. El proyecto anunciado por Bachelet prevé 398 ejecuciones en una primera etapa, que serán desarrolladas en 44 localidades, entre Coquimbo y Bío Bío, por un montante total de 908 millones de dólares. Entre ellas se hallan una tercera pista en la ruta Santiago-Talagante y la ejecución de 38 pasarelas peatonales. En el conjunto de proyectos por cinco años se pretende acometer 850 obras por 1.443 millones de dólares, que favorecerán a 9,4 millones de habitantes, generando 31.000 empleos directos. Chile posee en estos momentos una red vial de buen nivel, aunque no toca por igual a todas las regiones y requiere de ampliaciones.
El proyecto suscita un gran interés entre las compañías españolas del sector constructor y vial, ya aposentadas en el país y también entre empresas que quieren iniciar en Chile su aventura exterior. No en vano, el país continúa siendo uno de los países favoritos para la inversión española, pese a ser ya un mercado considerado maduro. España se ha afianzado en la última década como segundo socio inversor en el país austral, tras erigirse en el período 1993-2013 como tercer inversor extranjero, con más de 15.000 millones de euros, sólo por detrás de EEUU y Canadá.
España tiene en Chile presencia en todos los sectores, desde la energía (Gas Natural, Endesa, Repsol...) al financiero (BBVA, Santander, Sabadell, Caixabank, Mapfre…) pasando por las telecos (Telefónica) y, especialmente, las infraestructuras (Isolux, Abengoa, FCC, Ferrovial, Sacyr, OHL, ACS, Acciona, Gamesa...). En los úl¬timos tiem¬pos, la in¬ver¬sión es¬pañola se di¬rige fun¬da¬men¬talmente a ener¬gías re¬no¬va¬bles, in¬fra¬es¬truc¬tu¬ras, obra pú¬blica, cons¬truc¬ción y ser¬vi¬cios, y se cons¬tata un cre¬ciente in¬terés por el tu¬rismo y por la ac¬ti¬vidad agroa¬li¬men¬ta¬ria. En Chile están ya casi 1.500 em¬presas es¬pañolas.
Abertis es uno de los grandes players de Chile en la gestión de autopistas. El pasado enero compró el 50% del capital que no controlaba en Autopista Central, principal vía del país, en una operación que supuso una inversión de 948 millones de euros y con la que el grupo de concesiones pasa a controlar el 100% del activo. Para incrementar el peso de su negocio chileno, la concesionaria ha invertido en los últimos seis meses 1.082 millones de euros con los que ha logrado el 100% del control de tres autopistas de las que antes controlaba la mitad, pues también adquirió el 50% que no poseía en Autopista del Sol y en Autopista Los Libertadores. De hecho, Chile se ha convertido en la nueva joya de Abertis en Sudamérica y ha pasado a ser su tercer mercado en beneficio bruto, con el 11% del total, frente al 6% anterior.
El país tiene ya en marcha un plan de in¬ver¬siones por 28.000 mi¬llones en infraestructuras hasta 2020, del que cerca de 11.000 mi¬llones de dó¬lares se destinará a con¬ce¬sio¬nes; el 80% a in¬fra¬es¬truc¬turas via¬les, tanto ur¬banas como in¬ter¬ur¬ba¬nas; en torno a un 10% a ae¬ro¬puer¬tos; un 5% a obras de re¬gadío y el 5% res¬tante a otro tipo de in¬fra¬es¬truc¬tu¬ras.
Además de la mejora de la red vial y del metro capitalino, el país tiene en cartera 19 grandes proyectos de infraestructuras para los próximos años: entre ellas un corredor bioceánico (túnel baja altura) para potenciar el paso fronterizo con Argentina; el cierre del anillo vial de Américo Vespucio; el tren Santiago-Valparaíso; mejoras en la navegación del Mapocho; la ampliación de la Autopista al norte; la ejecución del puente-canal de Chacao; el nuevo aeropuerto de Santiago; los trenes suburbanos Santiago-Melipilla y La Serena-Coquimbo; un mega-puerto central; la ampliación de la red de metro y la mejora de la conectividad de la carretera austral (Ruta 7) para favorecer la conexión del extremo sur con el resto del país.