La promesa de los actuales gestores de Bankia había sido presentar su nuevo plan estratégico en primavera. Y que mejor mes como mayo para dar a conocer sus objetivos durante los próximos años y una manera de conmemorar los cuatro años desde que José Ignacio Goirigolzarri tomara las riendas de la entidad intervenida y luego rescatada.
Su llegada a la presidencia de Bankia, en sustitución del controvertido Rodrigo Rato, no se produjo hasta el 9 de mayo de 2012. Por el momento, en la agenda oficial de la entidad no figura fecha concreta para la presentación del segundo plan estratégico, en el que todo el equipo trabaja desde hace meses y del que el propio Goirigolzarri ya ha adelantado algunas de las líneas maestras del mismo.
En cambio, en esa agenda oficial de Bankia ya están fijadas las fechas de las próximas presentaciones de resultados trimestrales, aquellos que corresponden al consejero delegado, José Sevilla. Justo dentro de un mes, el 29 de abril, se comunicarán las cuentas del primer trimestre. Las correspondientes al segundo se conocerán el 26 de julio, mientras que los resultados cosechados al cierre del tercer trimestre se ofrecerán el 26 de octubre.
Pese a toda esta planificación, junto a algunos eventos mediantes durante el mes de abril, Bankia no ha fijado una fecha concreta para la presentación del tan anunciado plan estratégico. Coincida o no con el próximo 9 de mayo, su presidente ya se ha encargado de esbozar algunos de los principales retos, menos ambiciosos que los anunciados tres años antes y que requerían del visto bueno de Bruselas para el rescate de la entidad por más de 22.000 millones de euros.
Ya en la última junta de accionistas celebrada hace unas semanas en Valencia, Goirigolzarri adelantó que "nuestro objetivo en este segundo plan estratégico es mantener nuestro liderazgo en eficiencia, solidez de nuestro balance y rentabilidad entre los grandes bancos españoles". Unas metas ya conseguidas al cierre de 2015, aunque cuando se formularon, sonaron prácticamente a ciencia ficción.
Tanto Goirigolzarri como su consejero delegado, José Sevilla, también han insistido en que el foco debe centrarse durante los próximos años en el cliente. En este sentido, se enmarca la estrategia de comisiones cero para aquellos que tienen domiciliada su nómina en Bankia o la oferta de la devolución de la inversión realizada a aquellos minoristas que acudieron a su salida a bolsa en julio de 2011, una operación anterior a su etapa de gestión pero que les ha perseguido durante los casi cuatro años en los que están al frente del grupo creado por la fusión de siete cajas de distinta procedencia.
##Incertidumbre política
Tras las pistas dadas sobre cómo se articula el nuevo plan estratégico, José Ignacio Goirigolzarri deberá guardarse algún as en la manga sobre su planes futuros, tal vez sobre su transformación digital o sobre el levantamiento de algunas restricciones impuestas por la Unión Europea a cambio del rescate para el reflotamiento de la entidad en su momento. Una de ellas, es la imposibilidad de tener un papel activo en cualquier operación corporativa. Es decir, una posible compra de otro banco, ahora que se vuelve a hablar de una nueva ronda de fusiones en el sector.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha defendido en numerosas ocasiones un proyecto independiente para su grupo, una vez que el Estado prosiga, en algún momento, con la desinversión del 64% que aún mantiene mediante el Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB).
Eso sí, Bankia se ha convertido en el emblema de aquellos que abogan por el mantenimiento de una banca pública en España. De hecho, Goirigozarri ya tuvo la primera pregunta en la última junta de accionistas por parte de una defensora de ese modelo de banca que, en su opinión, es todo un error. "No conozco un modelo así sostenible y los que ha habido tan sólo conducen a una crisis financiera", sostuvo en su respuesta a la accionista el presidente de Bankia.
Eso sí, el panorama político no se ha despejado en España tras un centenar de días después de las elecciones del pasado 20 de diciembre. Las formaciones con posturas a favor de una banca pública, como Podemos, aún se mantienen como una alternativa de Gobierno junto al PSOE de Pedro Sánchez.
El actual Gobierno en funciones tan sólo ha procedido a la venta de un 7,5% de su participación en la mayor entidad bajo su paraguas, aunque también soporta su peso en BMN. Desde el 28 de febrero de 2014, el FROB no ha vendido más paquetes accionariales por la enorme volatilidad de las bolsas y la caída del precio de la acción. Eso sí, ni Goirigolzarri ni su equipo gestor tienen poder alguno sobre estas decisiones.