Duras y muy sonadas fueron las salidas por la puerta de atrás Juan Fernández-Armesto, de Pilar Valiente y de Manuel Conthe. Especialmente ruidoso fue el adiós de este último, enfrentado frontalmente con el por entonces ministro de economía Pedro Solbes por un asunto tan peliagudo como la batalla por el control de Endesa. El asunto puso el prestigio de la CNMV al pie de los caballos y dio paso a una época de perfil muy bajo en la presidencia de un técnico como Julio Segura, que luego fue seguido por Elvira Rodríguez, que ha evitado las polémicas.
Rodríguez tuvo que cargar desde su nombramiento con el peso de ser una mujer cercana a Luis de Guindos y al Partido Popular, pero durante su mandato tuvo la suficiente habilidad para evitar las críticas a su supuesta falta de independencia con una gestión pragmática y una nada improvisada política de no entrar en batallas ni pisar ningún charco. Ahora, la llegada de Albella supondría un cambio radical de perfil porque pondría al frente de la CNMV al hombre que mejor conoce las tripas de los mercados financieros españoles.
Si obtiene el informe de idoneidad del Congreso, Albella será un presidente de nuevo cuño. Nunca en los ocho mandatos anteriores ha tenido la CNMV un jefe con más trabajo de campo (ha asesorado y diseñado OPAS, fusiones y adquisiciones, salidas a bolsa, ampliaciones de capital y se ha convertido en el gran especialista en la gestión de casos de información privilegiada y manipulación de precios) ni más ni mejor conocimiento de los reguladores y de las empresas cotizadas.
Nada que ver con otros perfiles muy técnicos como los de Blas Calzada, Conthe o Julio Segura o con otros con anclajes más o menos fuertes en el mundo de la política como Croissier, la efímera Pilar Valiente o Elvira Rodríguez. Por lo tanto, nadie conoce mejor las virtudes y los defectos de una institución con la que desde dentro y desde fuera lleva lidiando ininterrumpidamente durante los últimos 30 años. La propuesta de nombramiento ha sido bien acogida en los mercados, que creen que Albella puede contribuir a agilizar la pesada burocracia que rodea a la CNMV y atraer talento a la institución.
“La decisión de De Guindos será discutida, porque Albella es un hombre puro de los mercados. Ha hecho prestigio y fortuna asesorando a las empresas cotizadas y desde luego es un buen amigo de los emisores. Pero al mismo tiempo es un alma libre, que ha demostrado sobradamente su independencia y al que no se le conocen errores de bulto. Sin duda es quien más sabe de la arquitectura de nuestros mercados, tanto en el plano teórico como en el práctico”, aseguran fuentes bursátiles.
Aunque es aún joven (nació en Castellón en 1958), Albella ya era a finales de la década de la década de los ochenta del siglo pasado un hombre fuerte de la CNMV. Fue el primer secretario de su consejo y el primer responsable de su servicio jurídico. ¿Un hombre de la casa? Sí y no a la vez, porque Albella nunca se ha casado con nadie. “Es brillante y, en su oficio, agresivo. Desde el bufete Linklaters lo ha hecho casi todo, y cuando ha tenido que contradecir la opinión de la CNMV, lo ha hecho”, señalan un directivo de empresa que lo conoce bien.
Y que también recuerda como hace más de diez años y en pleno ‘boom’ inmobiliario Linklaters interpuso un recurso contra una sanción interpuesta por la CNMV a la inmobiliaria Bami (liderada por el recientemente fallecido Joaquín Rivero y por Ignacio López del Hierro) por una infracción grave por compra de acciones propias. Por las manos de Albella han pasado gigantes como Endesa, Gas Natural, Metrovacesa, Repsol o La Caixa, dentro de una lista interminable que ha alimentado la desconfianza de quienes creen que entre el presidente del supervisor y los supervisados debe haber una distancia prudencial.
“Si alguien cree que Albella va a ser el amigo de las empresas se equivoca. Si se pone al frente de la CNMV, trabajará con la misma independencia de siempre. Es de esperar un perfil más agresivo que el de los últimos presidentes, que poco o nada han avanzado en temas claves como la información privilegiada, pero su presidencia tendrá un carácter muy técnico”, señalan fuentes del mercado que creen que la llega del abogado marca una nueva etapa al frente del regulador bursátil.