Un momento: en gastronomía España acaba de proclamarse subcampeón mundial detrás de Italia, según el ranking elaborado por la revista US News and World Report con una encuesta en 60 países. Podio también en turismo y farándulas varias. En dominio de un segundo idioma como el inglés, la clasificación vuelve a bajar, de acuerdo con el resultado recién publicado del EF English Proficiency Index. Los holandeses son los que mejor hablan inglés, y los españoles se descuelgan hasta el puesto 25; eso sí, por delante de francees e italianos..
Sin embargo, diez días después del triunfo de Donald Trump en la carrera a la Casa Blanca, el teléfono todavía no ha sonado en Moncloa. Ya ha habido conversaciones telefónicas de Trump y su vicepresidente Mike Pence con dirigentes de 29 países, de acuerdo con una lista divulgada anoche desde la Trump Tower de Nueva York. Rajoy no está en la lista de esos dirigentes. Uno de los que sí están, el primer ministro japonés Shinzo Abe, se engrevista este jueves cara a cara con el presidente electo de EEUU. Ç
Será la primera entrevista en la cumbre del magnate inmobiliario convertido en ‘líder del mundo libre’, como lo describe The New York Times, el periódico de referencia mundial que a su vez se está consagrando como símbolo del antagonismo de Trump con la libertad de prensa. Hace pocas horas, el presidente que había prometido portarse bien y estar a la altura, disparó un tuit de este tenor: ‘He recibido y he hecho llamadas a y de muchos líderes extranjeros, pese a lo que dice el quebrado NYT: Rusia, Reino Unido, China, Arabia Saudita, Japón…’.
Siempre ha sido peleón, y sigue peleón. Discutible actitud de un presidente electo, que ha vuelto a saltar contra el NYT porque se había atrevido a escribir que ‘la transición es un desbarajuste, con despidos, lucha intestine y revelaciones de que aliados de EEUU están llamando a ciegas a la Trump Tower’. Pero están ocurriendo esos despidos, y esas disputas internas, y está habiendo dimisiones. El periodo de transición, al menos en estos primeros diez días, está resultando revuelto.
Otro de lo disparos tuiteros de Trump ha sido para desmentir que esté tratando de que sus hijos Donald, Eric e Ivanka tengan bula de la seguridad nacional e incluso cargos en la Casa Blanca para sus familiares. Pero este mismo jueves, The Wall Street Journal titula a cuatro columnas en primera plana lo siguiente: ‘El yerno de Trump aspira a un puesto en la Casa Blanca’. Y eso que el WSJ no se ha distinguido por su s críticas al presidene electo, sino lo contrario. Total, que parece que Jared Kusher, marido de Ivanka Trump, lleva camino de ser un asesor o consejero de su suegro, con despacho y todo.
La perspectiva de los vínculos familiares en la presidencia norteamericana no es la única chinita en el zapatón del presidente con sus 120 kilos de peso. Entre otros de los elementos en juego dentro de su conglomerado económico-financiero de hasta 500 emnpresas, la Inspección de Trabajo de Las Vegas acaba de ordenar a uno de sus hoteles que negocie sin dilación con la representacioón sindical. Por cierto, dentro de la polarización en el país a favo y en contra de Trump, tres equipos de la NBA de baloncesto han anunciado que a partir de ahora dejarán de alojarse en hoteles de Trump en sus desplazamientos.
Y también este jueves, el mismo NYT pone el dedo en la llaga. Muchos habían creído que el periódico había pedido perdón por apoyar a Hillary Clinton y que entonaba el mea culpa con Trump. Pues parece que no. El editorial de hoy se titula ‘La enmarañada red de Trump’. En corto: el diario exige que Trump dé ejemplo de una vez por todas y se aleje de toda posibilidad de conflicto de intereses. Tanto por él mismo como por sus hijos y otros familiares. Por higiene democrática para la toma de decisiones: por ejemplo, el grupo Trump debe ‘centenares de millones de dólares’ a Deutsche Bank, acogotado por una posible multa de 14.000 millones por hipotecas subprime.
El último párrafo del editorial es un trallazo: ‘El pasado mes de enero, Trump dijo que ‘si soy elegido presidente, me importará un bledo mi empresa, es calderilla; quiero hacer que América sea de nuevo rica, y que que sea otra vez grandiosa’; si realmente decía la verdad, lo mejor sería demostrarl vendiendo sus negocios’.
Mientras decide si vende o no, o si sus hijos pueden dedicarse a los negocios y a una responsabilidad pública, el teléfono seguirá sonando. Hast ahora, el timbre ha sonado en (por orden alfabético en inglés, según la lista facilitada desde el cuartel general de la Trump Tower): Argentina, Australia, Canadá, China, Colombia, Egipto, Dinamarca, Alemania, Francia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Jordania, Líbano, México, Nueva Zelanda, Qatar, India, Corea del Sur, Turquía (presidente y primer ministro), Rusia, Arabia Saudita, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Abu Dhabi, Reino Unido y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.