GEOPOLÍTICA

BOLIVIA

La Iglesia boliviana alarmada por los manejos del presidente Morales

El au­to­ri­ta­rismo y la co­rrup­ción del ré­gimen pueden des­ca­rrilar el fe­rro­ca­rril in­ter­oceá­nico

Los trazos del Tren Bioceánico
Los trazos del Tren Bioceánico

Bolivia busca am­pliar sus ho­ri­zontes eco­nó­micos y so­ciales sir­viendo de co­ne­xión fe­rro­viaria entre la costa de Brasil en el Atlántico y la de Perú en el Pacífico, con un ac­ceso libre del país me­di­te­rráneo al puerto pe­ruano de Ilo. El pre­sente de Bolivia, sin em­bargo, se halla hi­po­te­cado por las po­lí­ticas cada vez más ar­bi­tra­rias del pre­si­dente Evo Morales, que ha pro­me­tido pre­sen­tarse a un cuarto man­dato a pesar de que el 21 de fe­brero de este año perdió el re­fe­réndum que se lo hu­biese per­mi­tido (51% frente a 49%).

Morales ha prometido a los suyos que seguirá gobernando. La pasada semana, el Movimiento Al Socialismo (MAS) dio su respaldo a la pretensión de prolongar su presidencia entre 2020 y 2025.

Los polémicos métodos de gobierno de Morales acaban de ganarse la condena de la conferencia episcopal de Bolivia. La pasada semana, los obispos pidieron respeto al resultado del referéndum, y denunciaron la persecución de “cualquier voz contraria al oficialismo”.

El portavoz de la conferencia, monseñor Ricardo Centellas, aseveró que “uno puede darse cuenta con claridad que las opiniones y expresiones contrarias al oficialismo son cuestionadas y en muchos casos perseguidas”. El director de los medios de comunicación de la Iglesia boliviana acaba de decir que “hay un lenguaje muy agresivo en estos momentos y ha habido mucha represión”. Y advirtió: dado que el diálogo entre gobierno y oposición no avanza, puede producirse “una guerra civil”.

El proyecto de ferrocarril Atlántico-Pacífico tiene un recorrido de 3.750 km si pasa por Bolivia. Hay un proyecto alternativo que une Brasil directamente con Perú, mucho más largo (4.800 km), pero con el inconveniente de que debe atravesar extensas zonas de la Amazonia, una de las grandes reservas naturales del Planeta.

Dado que cualquiera de los dos proyectos supone grandes inversiones, más allá de las posibilidades financieras de los países interesados, sería esencial el acceso de Bolivia a la financiación del Banco Interamericano del Desarrollo y el Banco Mundial, pero dada también la política rabiosamente anti-Estados Unidos de Morales, es dudoso que pudiese encontrar recursos en esas dos instituciones si prolonga sus mandatos de forma anticonstitucional.

En 2008 Morales expulsó del país al embajador de los Estados Unidos y a la agencia antidrogas (DEA); y a primeros de año inauguró la Academia Militar Anti-Imperialista, que se propone colaborar con países como Venezuela y Nicaragua para ayudar a liberar Latinoamérica de “la opresión imperial”.

El empecinamiento de Morales en seguir al mando empañaría algunos aspectos de su trayectoria populista que, al menos en el plano económico, se ha apuntado algunos éxitos. En el curso de sus presidencias, la pobreza extrema se ha reducido del 40% de la población al 24%.

El informe económico anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pone el crecimiento económico boliviano de 2015 en 4,8%, un ligero descenso desde el 5,5% de 2014 debido a la reducción de ingresos por materias primas, y para este año pronostica un crecimiento del 4,5%. El pronóstico de CEPAL para el conjunto de la región es de - 0,8%, y peor para algunos países grandes: Venezuela - 8,0%; Brasil - 3,5%, Ecuador - 2,5% y Argentina - 1,5%.

Con esa proyección de crecimiento, excepcional en la región, el gobierno de Morales se propone aumentar el presupuesto de 2017 en $1.503 millones, colocándolo en $6.385 millones.

Las finanzas ayudan pero las políticas de Morales no

Cuánto tiempo podrán resistir las finanzas bolivianas el descenso de los precios de las materias primas queda por ver, pero sin duda cada vez más se pondrán en evidencia las debilidades de los métodos de adjudicación de recursos practicados bajo el control de Morales, haciendo evidente su arbitrariedad.

Si en 2010 las licitaciones públicas representaban el 76% de la contratación oficial, ese porcentaje está hoy reducido al 1%, prefiriendo el gobierno adjudicar directamente los contratos a determinados grupos de interés ligados a sus fines. Por eso se puede decir que Bolivia se ha convertido en uno de los estados más corruptos de Latinoamérica.

Esas prácticas arbitrarias afectarán muy probablemente a un proyecto transoceánico que podría aliviar el aislamiento histórico que sufre Bolivia desde que perdió su costa en guerra con Chile, en el s. XIX. La estimación de su costo es de $7.000 millones, y desde ese punto de vista es muy ventajoso sobre el proyecto transamazónico ($20.000 millones).

Bolivia cuenta con el apoyo que el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, da a la preferencia boliviana, ya que ofrece ventajas geopolíticas tanto a Perú como a Bolivia frente a Chile. Los dos países perdieron territorio en la Guerra del Pacífico, y los dos siguen siendo rivales de Santiago en otros aspectos.

La Paz y Lima firmaron el pasado 4 de agosto un memorándum de acuerdo sobre el proyecto compartido. Éste conectaría el puerto brasileño de Santos con el peruano de Ilo, atravesando Bolivia, mientras que el otro proyecto lo haría entre Puerto do Acu, de Brasil, y Paita Piura, de Perú, soslayando Bolivia.

El gobierno de Morales ya ha asignado $200 millones para acondicionar el puerto de Ilo a sus previsibles necesidades, aunque esta sola obra requerirá al menos tres mil millones de dólares.

La alternativa ‘boliviana’, sin embargo, está sujeta a la futura aprobación de Brasil, y a una amplia financiación internacional. El presidente Morales ambiciona presidir el lanzamiento de un proyecto que ayudaría a romper el aislamiento que sufre su patria. Su figura, cada vez más cuestionada, no es precisamente la mejor garantía de su solvencia y fiabilidad.

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