El sector tenía a finales de junio recursos propios por valor de 46.284 millones de euros, mientras que el capital de solvencia exigido (SCR) en función de los riesgos realmente asumidos era de 20.844 millones. Es decir, al sector le ‘sobran’ 25.441 millones, o lo que es lo mismo, los recursos propios exceden en 2,221 veces el volumen de capital que se le exige bajo las nuevas reglas de solvencia.
El dato es muy bueno, ya lo sería con que ese ratio Fondos Propios/SCR fuera superior al 100%, pero es que, además, ha mejorado respecto al primer trimestre de 2016, cuando el exceso de fondos propios respecto al SCR era de 2,119 veces.
Eso en lo que respecta a la solvencia, pero ¿qué pasa con los resultados y el negocio? Las interioridades de cada ramo las conoceremos cuando se publique el Boletín Trimestral de la DGSFP, pero ya han trascendido los suficientes datos como para tener una idea. El ramo de Vida marcha viento en popa. El beneficio obtenido en el primer semestre, según los últimos datos de ICEA, sumó 1.321 millones de euros, con un avance nada menos que del 64,1% respecto al mismo periodo de 2015.
A la buena marcha del beneficio ha contribuido el incremento de las primas recaudadas a través de estos productos, que crecieron en el primer semestre a un ritmo de casi el 39%. Este estirón tiene mucha relación con la actitud que han tomado los bancos, que se han volcado en este negocio para canalizar parte del ahorro que sale de los depósitos y cuentas corrientes ante las bajas rentabilidades ofrecidas.
En No Vida las cifras en términos relativos son algo más flojas. El resultado fue de 1.435 millones, con un crecimiento del 4,1%. Las primas aumentaron en un porcentaje similar. La diversidad de los seguros generales merece un análisis más detallado para conocer las tendencias subyacentes. La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, dio alguna pista recientemente en una conferencia sobre la evolución del sector.
Con datos a agosto, comentó que de entre los grandes seguros distintos del de Vida vendidos de forma masiva, solo el de Decesos se apartaba de la tónica general de recuperación: “Ya veremos a qué responde. Quizá sea una tendencia veraniega”. O quizá no. Ya a finales del primer semestre las primas de este ramo caían, aunque poco, un 0,24%.
El lado opuesto
En el lado contrario nos encontramos al ramo de Autos, donde destaca la buena evolución del componente de Responsabilidad Civil, cuando hace un año lideraba por la cola el ranking de crecimiento. En este caso, lo que ha influido ha sido el cambio de tendencia de la siniestralidad debido a que la mejora económica ha provocado un aumento del uso del vehículo. Y ese avance de la siniestralidad el sector lo ha traducido en un incremento de la prima.
Otra partida que llama la atención dentro del seguro de No Vida, por su buen comportamiento en lo que se refiere a la evolución de las primas, es el de los seguros aglutinados bajo el epígrafe Otros Daños a los Bienes, que crecían a finales de junio a un ritmo del 21%, gracias sobre todo al seguro Decenal, con incrementos de facturación de casi el 40% debido al mayor dinamismo del mercado de la vivienda.
Sin embargo, desde el sector advierten que es pronto para decir que la construcción está en condiciones de aportar crecimientos al sector asegurador. Entre otras cosas porque otros seguros ligados a la construcción siguen renqueando. Por ejemplo, las primas en Todo Riesgo Construcción descendieron en el primer semestre un 14%.
La solvencia, por tanto, evoluciona bien; los resultados y el negocio también, aunque con diferentes tendencias dentro de los seguros generales que se tendrán que definir en los próximos meses, ¿y qué pasa con la rentabilidad? Pues de nuevo en Vida parece que las cosas van bien y se ha corregido la tendencia descendente que se inició en 2012. Pero una vez más, según advierten desde Unespa, habrá que estar atento a los trimestres siguientes para ver si la mejora se consolida.
Otra cosa es No Vida, donde todavía no se puede hablar de recuperación de la rentabilidad, aunque sí de freno de la caída.
El seguro de Autos tiene mucho que ver en los pocos avances logrados. En el componente de Responsabilidad Civil la rentabilidad es inexistente. Según los últimos datos disponibles de la DGSFP, a finales del primer trimestre el ratio combinado (suma de la siniestralidad y los gastos calculados sobre primas imputadas netas), que mide la rentabilidad técnica, era del 104,19%, lo que significa que de 100 euros que se ingresan por primas se gastan más de 104.
En este caso juega en contra el aumento de la siniestralidad por el mayor uso del coche y la entrada en vigor del nuevo Baremo de Autos, que ha supuesto un aumento de las indemnizaciones por daños corporales.
No obstante, el sector no se ha quedado de brazos cruzados, y se ha apoyado en las coberturas voluntarias para intentar compensar esta situación. De hecho, en el caso del seguro de Autos Otras Garantías, el ratio combinado es el del 92,98%; y el resultado de la cuenta técnica del 9,80% frente al 0,18% de Responsabilidad Civil.
También ha comenzado a flojear en términos de rentabilidad Salud. Según explica Pilar González de Frutos, este ramo muestra históricamente ratios de rentabilidad bastante bajos en comparación con otros, “pero la buena noticia es que en los últimos dos ejercicios observados parecen mostrar una recuperación tras una caída relativamente brusca de su rentabilidad, aunque todavía está lejos de alcanzar las cotas en las que estaba hace muy pocos años.
El ratio combinado de Asistencia Sanitaria era a finales de marzo del 96,02%, pero llegó a ser del 99% en el mismo mes de 2014. En dos años, el resultado de la cuenta técnica ha pasado del 1,71% al 4,35% de las primas.
La otra cara de la moneda la encontramos en los seguros Multirriesgos, “que evolucionan constantemente en su capacidad de servicio y son, probablemente, la historia más exitosa de extensión de un seguro popular en las últimas décadas”. En este caso, estos seguros mantienen una tendencia de mejora de la rentabilidad, con altibajos y correcciones, “mostrando una tendencia hacia la madurez”, según destacan desde Unespa.
El análisis de los datos del seguro, por tanto, arrojan varias conclusiones. La primera de ellas, que va bien, sobre todo el ramo de Vida. Y en No Vida, habrá que estar atentos, entre otras cosas, a la evolución de Decesos, al comportamiento del sector de la construcción y, sobre todo, a la marcha de la rentabilidad, especialmente en Autos, pero sin olvidar otros seguros cada vez más populares, como Salud.