Mientras tanto, en EEUU se conoce que la creación de empleo en mayo ha discurrido en términos más fuertes que los esperados, lo que hizo temer que la FED pueda elevar los tipos de interés antes de que finalice 2015. Unas circunstancias que impusieron las ventas en los mercados europeos en el cierre de la pasada semana.
En esta situación, los mercados han retrocedido por segunda semana consecutiva y el Ibex 35, aunque ha logrado conservar la referencia de 11.000 puntos, ha quedado en cotas próximas a su mínimo de mayo (10.928,20 puntos), un nivel que en caso de que perdiese abriría la puerta hacia el soporte siguiente, en las inmediaciones de los 10.750 puntos.
Grecia, que el pasado viernes debía haber pagado al FMI algo más de 300 millones de euros, se ha acogido a una disposición de la junta ejecutiva del organismo, que permite a los países asociados solicitar el pago agregado de los vencimientos previstos para un mismo mes, al término de éste, de una sola vez.
Así, el próximo 30 de junio deberá desembolsar unos 1.631 millones, que suman los vencimientos citados. En principio, todo normal, dentro de la excepcionalidad del asunto, si no fuera por la escasa fiabilidad del deudor.
La noticia del aplazamiento fue mal recibida en el mercado, pues hay que tener en cuenta que un amplio sector de inversores interpreta que es la enésima maniobra del ejecutivo de Syriza en su cansina estrategia de ganar tiempo -ahora 25 días más-, con el único fin de eludir cualquier pacto que, aunque le permitiría desbloquear los fondos que precisa para su normal funcionamiento, atendiendo a sus compromisos, también le enfrentaría a sus votantes.
En definitiva, Tsipras tensa peligrosamente la cuerda una vez más, aprovechando que los responsables de la Eurozona no desean que Grecia abandone el euro. Estas impresiones calaron en el proceso de formación de precios y, a pesar de los recientes castigos, los niveles sufrieron nuevos retrocesos. Lo curioso es que la presión vendedora, aunque no era excesiva, no remitió a pesar de que el grueso de los inversores no contempla que Grecia abandone el euro a corto plazo.
Respecto a los tipos de interés en EEUU, se había extendido la idea de que la normalización monetaria no se iniciaría hasta el primer semestre de 2016, después de que los economistas del FMI hubieran revisado a la baja las previsiones económicas para este año, desde el 3,1% hasta el 2,5%, al tiempo que calcularon que en el ejercicio en curso la inflación se situaría en un 0,7%, no previendo que alcance el objetivo del 2% hasta 2017.
El FMI justifica esta rebaja a través de la pujanza del dólar, el descenso de inversiones en el sector petrolero y la huelga portuaria de la Costa Oeste en el primer trimestre y recomienda a la FED que retrase la subida de tipos hasta la primera mitad de 2016, cuando se adviertan mayores indicios de aumentos salariales o incrementos de la inflación.
No obstante, el viernes se publicó el dato más importante de la pasada semana: el balance del empleo estadounidense en mayo, que supuso una creación de empleos no agrícolas superior a la esperada (280.000 puestos de trabajo, frente a una estimación de 230.000), que puso de relieve un fuerte ritmo de crecimiento en la economía del país, abriendo la puerta a una posible subida de tipos a finales del verano.
En suma, las incertidumbres persisten, lo que automáticamente se ha traducido en movimientos defensivos, que han provocado que los índices europeos tanteen sus mínimos recientes. En esta situación, el escenario se ha deteriorado, pues se extiende el temor a que los indicadores perforen estos soportes y arrecie la velocidad de caída en días venideros.
En este panorama, los indicadores macroeconómicos que se publicarán en los próximos días no tendrán grandes influencias en el proceso de formación de los precios.
El lunes, en China, se publicarán la balanza comercial de mayo y, en Japón, el PIB del primer trimestre y la balanza comercial de abril. En la Unión Europea, se dan a conocer la producción industrial de Alemania en abril, la balanza comercial de Alemania en abril y el sentimiento económico de la Eurozona en junio.
El martes, en China, se publicará el IPC de mayo. En Europa, se conocerá la balanza comercial de Reino Unido en abril y el PIB de la Eurozona en el primer trimestre; y, en EEUU, los inventarios mayoristas de abril.
El miércoles, no se publicarán referencias significativas en ningún mercado internacional.
El jueves, en China, se darán a conocer las ventas minoristas de mayo y la producción industrial del mismo mes. En la Unión Europea, además de las subastas de bonos y obligaciones que celebrará el Tesoro español, se publicará el IPC armonizado de Francia en mayo. En Estados Unidos, se harán públicas las solicitudes de subsidios de desempleo de la semana anterior, las ventas minoristas de mayo y los inventarios de negocios de abril.
Finalmente el viernes, en Japón, se publicará la producción industrial de abril. En Europa, se darán a conocer el IPC armonizado de España en mayo y la producción industrial de la Eurozona en abril. A su vez, en EEUU, se harán públicos los precios a la producción de mayo y la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan en junio.