Destina a ac­ciones la li­qui­da­ción del con­trato como se­cre­tario ge­neral del con­sejo

Ignacio Benjumea duplica su posición en el Santander mientras el apellido se aleja de Abengoa

Hace poco más de un mes se hizo efec­tivo su nom­bra­miento como con­se­jero del grupo

Pérez Renovales se perfila como hombre fuerte de Ana Botín en el ...
Ignacio Benjumea y Cabeza de Vaca.

Ignacio Benjumea y Cabeza de Vaca se ha con­fir­mado como un con­se­jero com­pro­me­tido con el ca­pital del Banco Santander, como solía pedir el fa­lle­cido Emilio Botín a los miem­bros del con­sejo de ad­mi­nis­tra­ción en las juntas de ac­cio­nis­tas. El que fuera se­cre­tario del con­sejo hasta el pa­sado mes de junio ha in­ver­tido 8,2 mi­llones de euros en la compra de casi 1,6 mi­llones de tí­tulos de la en­ti­dad, lo que le per­mite du­plicar su po­si­ción en el ac­cio­na­riado hasta el 0,02%. Toda una apuesta por la ges­tión de la pre­si­dente Ana Botín pese a su sa­lida.

Ignacio Benjumea -apellido sevillano vinculado a la fundación y el capital de la atribulada Abengoa, de cuyo consejo están saliendo uno a uno los miembros de su familia, pero al que no pertenece- , ha reinvertido la liquidación del contrato que tenía como alto directivo del Banco Santander en unos títulos, que desde su compra, ya le generaría una pequeña plusvalía con el reciente repunte en bolsa.

Ignacio Benjumea y Cabeza de Vaca (63 años) dejaba la secretaría general y del consejo de administración del Santander el pasado mes de junio, cuando se produjo una nueva reorganización de la presidenta Ana Botín que designaba para ese cargo a una persona de su confianza en los tiempos de Banesto como es Jaime Pérez Renovales.

Su nombramiento como consejero del Santander se hacía efectivo el pasado 21 de septiembre, con presencia en la comisión ejecutiva, la delegada de riesgos, de nombramientos y retribuciones. El secretario del banco también se ha incorporado a otras comisiones, como la de supervisión de riesgos, regulación y cumplimiento en sustitución de Sheila Bair, tras su renuncia como consejera.

Tan sólo con algo más de un mes en el nuevo cargo, Benjumea ha invertido 8,2 millones de euros en la adquisición de 1,59 millones de acciones. Con este movimiento, su participación ha pasado del 0,009% que declaró cuando fue efectivamente nombrado consejero hasta el 0,20%, con cerca de tres millones de títulos bajo su control que tendrían un precio de mercado de 15,47 millones de euros según la cotización del Santander al cierre de la semana pasada.

Según consta en su comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta adquisición de acciones responde a la liquidación del contrato de alta dirección que tenía con el Santander, tras su cese como director general y secretario del consejo de administración.

Hasta el momento, la operación resulta rentable, ya que el consejero adquirió las nuevas acciones a un precio unitario de 5,15 euros, mientras que los títulos del Santander cerraban el pasado viernes a 5,3 euros. De esta manera, Ignacio Benjumea acumularía unas plusvalías latentes superiores a los 200.000 euros con las nuevas acciones adquiridas.

Más comprometidos

El gesto de este madrileño ligado al Santander desde hace años es similar al que han mostrado algunos otros consejeros. La exministra Isabel Tocino o el mexicano Carlos Fernández González, nombrado consejero en la primera reestructuración de Ana Botín hace ahora un año, también han adquirido acciones en las últimas semanas, aunque sus compras no han sido tan abultadas como en el caso de Benjumea.

También algunos altos directivos del Santander han mostrado su compromiso accionarial en los últimos tiempos, bien con la compra de acciones directas o con la entrega de títulos por la contratación de la Cuenta 1/2/3, la gran apuesta de relación con los particulares que el banco ha ampliado a pymes en su negocio doméstico.

El compromiso con el capital del banco no se limita tan sólo a la alta dirección o algunos consejeros del Santander. Aunque el número de accionistas se mantiene estable desde el pasado ejercicio, antes de que se anunciara una nueva política de dividendos por parte de la presidenta Ana Botín, en el último trimestre el banco ha atraído a 6.000 nuevos inversores. En total, 3,2 millones de accionistas de más de 100 países.

Eso sí, la composición parece haber variado. Hasta junio, los minoristas tan sólo representaban el 40,96% del capital (lejos del 45,87% que suponían en 2014), aunque hasta septiembre el peso se eleva hasta el 42,59%. En paralelo, los inversores institucionales rebajan su peso hasta el 56,16%.

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