Además, la mayoría de los ejecutivos de los bancos mantienen que los descuentos aplicados disminuyen y en algunas zonas, incluso, los precios comienzan a repuntar.
Los bancos españoles considerados sanos y que no traspasaron sus activos inmobiliarios al banco malo o Sareb parecen haber encontrado todo un negocio en lo que hasta no hace mucho era un problema: los activos inmobiliarios acumulados en balance tras el estallido de la burbuja y el aluvión de adjudicaciones, desde suelo a residencias terminadas o créditos a promotores.
Algunas entidades han buscado aliados o socios para un negocio que no consideran prioritario, pero ante la atonía de la actividad bancaria típica se han volcado en las ventas de los inmuebles acumulados en los balances y a un ritmo cada vez superior, muy por encima de los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) que fijan en un descenso del 5,4% de las ventas de casas en el primer semestre del año. Banco Popular mediante su inmobiliaria Aliseda, y de la mano ya de su socio Kennedy Wilson & Värde Partners, ha sido el que mayor actividad comercial ha desarrollado en la primera mitad del año, al incrementar la venta de sus inmuebles en un 138,64% hasta los 599 millones de euros.
Su consejero delegado, Francisco Gómez, se ha mostrado muy optimista con esta evolución porque, además, les ha permitido “vender por encima de lo provisionado” y con unos descuentos cada vez más bajos. La mayor reactivación de las ventas se ha registrado en el segundo trimestre del año (desde 77 millones en abril hasta 172 millones de euros en junio), lo que le ha permitido en este periodo la primera reducción del saldo neto de activos no productivos (NPAs), aunque sea con un testimonial 0,2% respecto a las cifras del primer trimestre del año.
Ibercaja también se ha sumado a fiebre vendedora del sector financiero y las ventas de sus inmuebles se han incrementado hasta junio un 44%, según los datos publicados hace tan sólo unos días. El grupo presidido por Amado Franco ha organizado a lo largo del año distintos encuentros, incluso en plena Semana Santa, para dar a conocer a sus clientes distintas promociones a lo largo y ancho de la geografía española. El esfuerzo, al final, parece haber dado sus frutos.
Más de dos dígitos
Caixabank, que también buscó socio para el denominado Building Center, ha logrado colocar en el mercado 11.456 inmuebles en los seis primeros meses del año, por los que ha obtenido unos 1.200 millones de euros, con un incremento del 10%. Esas cifras superan a las del Santander que, mediante Altamira y de la mano también de un socio, ha vendido unas 6.000 unidades en este tiempo.
El grupo presidido por Isidro Fainé sitúa de esta manera la cartera neta de inmuebles adjudicados disponibles para la venta en 6.747 millones de euros, con una cobertura del 53,3%. La inmobiliaria de Emilio Botín también cuenta con unas coberturas similares y el total de su balance (incluidos adjudicados, créditos netos y participaciones) se eleva hasta los 9.800 millones de euros, por lo que su exposición se reduce un 15%. Los adjudicados netos suponen unos 3.500 millones.
Tanto al Santander como al BBVA les pesa en su negocio en España la suma de estas actividades inmobiliarias, ya que reduce el beneficio obtenido por el negocio típico bancario. Para el primero supone unas pérdidas de 307 millones de euros en el primer semestre y para el segundo de 216 millones, con un descenso del 24,5% en la comparativa interanual.
BBVA, que ha sido uno de los pocos bancos que no han optado por la venta de filial inmobiliaria a un socio, ha acelerado las ventas en el primer semestre del año un 15,6%, por encima de las 11.000 unidades vendidas. Eso sí, la exposición neta del grupo presidido por FG se sitúa en unos 13.800 millones de euros, por encima de Santander y Caixabank.
Además, en el segundo trimestre del año los adjudicados de hipotecas residenciales han repuntado hasta los 1.813 millones de euros. Banco Sabadell es otra de las entidades que tampoco se ha desprendido de su filial inmobiliaria, aunque su consejero delegado, Jaime Guardiola, ha vuelto a recuperar la idea de “poner en valor en algún momento” a Solvia. En los seis primeros meses del año, Solvia ha mejorado la cifra de ventas en un 7%, después de incrementos del 50% en años anteriores, y su cuota de mercado se sitúa en el 12%.
Los responsables del Sabadell ya sostienen desde hace tiempo que los descuentos que aplican son cada vez menores y que se ha incrementado el precio de algunas promociones. Sus directivos ya se mostraban orgullosos hace unos meses de haber vendido, incluso con ganancias, todo lo heredado de Caja del Mediterráneo (CAM) en la polémica urbanización de Francisco Hernando, ‘Paco el Pocero’, en la localidad toledana de Seseña, donde la antigua caja valenciana era la principal entidad financiadora.
Incluso, aquellos bancos con poca exposición al ladrillo y que no destacaban las ventas de sus carteras de adjudicados ya comienzan a sacar pecho. Es el caso de Bankinter que ha incrementado sus ventas un 12% en el primer semestre, con un descuento medio del 40,5% frente al 44,2% que aplicaban un año antes. “No sólo vendemos residencias, sino locales y garajes”, apuntaba su consejera delegada, María Dolores Dancausa.