No son pocas las ocasiones en que un anciano con la cabeza bien amueblada controla todos sus negocios y recibe a sus asesores en la cama. Conozco un caso en la provincia de León: el viejo, lo primero que pregunta a su esposa al amanecer: “Oye, Manuela, ¿estoy vivo todavía o ya pertenezco al otro mundo? Si es así, no te fíes un pelo de los que te rodean. Ya sabes tú cómo hay que llevarlo todo”.
En los dos últimos años se han marchado de España más de 300.000 extranjeros, lo cual es un dato negativo para la demografía del país. Sin embargo, desde 2004, el número de chinos se ha triplicado en España. Y ya no vienen solo los más desheredados. Cada vea son más los multimillonarios que hacen aquí sus negocios y sus inversiones, por ejemplo el magnate que ha comprado el Edificio España en la Plaza de España, Wang Jianlin, considerado como la 75ª fortuna mundial, según la revista Forbes: 2,6 billones de dólares en 2013. Jianlin es el presidente de la compañía Dalian Wanda Group. La Torre de Madrid albergará un gran centro comercial, un hotel y numerosos pisos de superlujo.
Antes de saltar al mercado Español, Dalian Wanda ya había desarrollado proyectos millonarios en Londres, Nueva York y la India. Su expansión va a más.
Al contrario de las buenas perspectivas de los chinos, en España se siguen sumando los grandes escándalos financieros a los que ya estamos acostumbrados. En este caso se trata de GOWEX, compañía que opera en el sector de las comunicaciones. Hasta hace unos días era empresa líder del mercado español en la instalación de zonas de conexión WIFI.
El pasado 1 de julio, la empresa Gotham City Research, divulgó un informe donde se valoraba en cero las acciones de Gowex y aseguraba que el 90% de los ingresos del grupo no existía.
El CNMV suspendió la cotización de lo mercantil para comprobar si se han producido actuaciones contrarias a la ley. Por el momento, Gowex ha dejado atrapados a cientos de inversores que compraron títulos. Los accionistas tendrán que afrontar la pérdida total de su inversión. La empresa ha solicitado el concurso de acreedores.
Ha hecho mal Rajoy en dejar para septiembre el anunciado plan de Regeneración. Ese tiempo puede ser suficiente para que muchos corruptos intenten borrar muchas operaciones.
Por cierto, según el INE, ya no es el paro la principal preocupación de los españoles: ahora es la corrupción.