La larga crisis inmobiliaria ha frenado los desarrollos de suelo terciario dedicado a este fin. Las superficies disponibles no están habitualmente preparadas para dar cabida a instalaciones de estas dimensiones. Las dudas sobre el alcance de la recuperación en nuestro país tampoco ayudan a que se facilite la instalación de estos complejos de la industria de la distribución.
Estas necesidades de espacio derivan en general de la reorganización de las redes, orientada a satisfacer los nuevos patrones de la demanda de los consumidores y aumentar la velocidad de entrega. Para dar respuesta a esta demanda, los inquilinos van a necesitar centros más grandes, según los expertos del mercado logístico e industrial de la consultora JLL.
En general, este mercado afronta un periodo distinto al de activos como los centros comerciales, los hoteles o las residencias. A escala global, el sector del comercio electrónico/retail multicanal continuará siendo el principal factor de crecimiento, seguido de los mercados emergentes y de la adopción de nuevas tecnologías. Pese a la mejoras de las perspectivas económicas mundiales, los resultados del mismo ponen de manifiesto la perseverancia de presiones significativas para reducir los costes en conjunto. En los próximos años, las empresas intentarán seguir recortando los costes de transporte mediante estrategias de ubicación, como por ejemplo, trasladándose más cerca de su base de clientes, según el estudio de ocupación logística e industrial de JLL, realizado en colaboración con CoreNet Global - asociación de servicios inmobiliarios corporativos.
En los próximos tres años, cerca de dos tercios de los encuestados en este estudio a escala mundial tiene previsto ampliar su superficie logística. Por ello, JLL pronostica que la contratación anual se mantendrá en niveles boyantes, en consonancia con los últimos años
Resultados prometedores
En España, los resultados pueden ser incluso más prometedores porque la crisis ha impactado mucho más y, por tanto, el efecto debería ser aún mayor. Por un lado, el efecto del comercio electrónico es un fenómeno que en España debe todavía despegar y se espera que haya una eclosión importante, comparándonos con otras empresas del resto de Europa, y ligándolo con la activación del consumo en España.
Las grandes cadenas de distribución, pese a la crisis sufrida, están de hecho embarcadas en la ampliación de su estructura logística pero todavía enfocada a instalaciones de dimensiones normales. Lidl prevé para octubre la apertura de su noveno almacén de distribución en España en Lorquí (Murcia), con 40.000 metros cuadrados y una inversión de 35 millones de euros, y estudia la implantación de un segundo almacén en el área de Madrid a medio plazo.
Desde el inicio de la crisis en 2008, Lidl ha invertido más de 1.000 millones en España, 340 entre 2013 y 2014.