Una purga que, tras consumir completamente las revalorizaciones acumuladas meses atrás, ha reducido hasta un porcentaje casi testimonial su balance anual (0,303%). Una evolución que contrasta con la cartera de pedidos del grupo, que al cierre del pasado septiembre ascendía a 2.137 MW, con un incremento interanual del 45%.
Lógicamente, la caída bursátil del valor no responde exclusivamente al hecho de que el desplome del precio del crudo reste atractivo a las energías alternativas, pues, aunque su presión psicológica se deje sentir, el foco principal del castigo ha sido provocado por los temores a los episodios recesivos que podría acarrear la bajada del crudo.
Una situación que se ha deteriorado todavía más con la entrada de Rusia en el escenario, donde la crisis del rublo amenaza con un ‘default’. Y en esta situación, los inversores han deshecho posiciones y esperan a que pase el chaparrón, que indudablemente les reportará unos niveles de entrada muy interesantes.
Los informes que barajan los bolsistas del fabricante de aerogeneradores prevén no sólo que sus resultados sigan crecientes en los próximos trimestres, sino que además en 2015 sus ingresos van a incrementarse a ritmos superiores al 10%. Y, desde luego, la marcha de la compañía parece avalar estas previsiones.
Por una parte, sus responsables fortalecieron sus finanzas, a finales del pasado verano, con una ampliación de capital de casi el 10%, al precio de 9,30 euros por acción, con la que ingresó 236 millones de euros, cuyo objetivo era afrontar las posibles oportunidades de negocio que se presentarán. En los últimos meses, el grupo ha seguido expandiéndose por México, China, India o Brasil, elevando su cuota de mercado sensiblemente. Además, cerraron una alianza estratégica con la francesa Areva para desarrollar parques eólicos en el mar y, en otro orden de cosas, la pasada semana han unificado dos créditos sindicados, por importe de 750 millones de euros, bajo la modalidad de ‘revolving’, alargando además los vencimientos hasta diciembre de 2019, lo que constituye una buena noticia, que en cualquier otro momento habría tenido un positivo impacto en la cotización.
En la situación actual, los bolsistas estiman para la acción de Gamesa un precio objetivo en niveles ligeramente superiores a los 9 euros, si bien diversos analistas barajan metas superiores, en la banda comprendida entre 11 y 14 euros.