Los inversores anticipan una salida del túnel, y el sector de banca doméstica, uno de los más castigados, es uno de los que refleja con mayor intensidad este cambio de decorado.
Los títulos de la entidad, que preside José Oliú, cerraron este lunes en 1,954 euros, tras registrar algunas explicables recogidas de beneficios, tras seis semanas de avances casi ininterrumpidos.
Claro que han chocado con la resistencia existente en las puertas de los 2 euros, que diversos bolsistas consideran que será superada en próximos días. Prevén que el panorama se mantenga despejado y permita nuevas caídas en la prima de riesgo, que sirvan para catapultar su cotización hacia terreno positivo en el año: finalizó 2012 en 1,975 euros.
La visión sobre el valor mejoró sensiblemente tras conocerse sus cuentas de la primera mitad del ejercicio, ya que obtuvo un beneficio neto sensiblemente mejor que el esperado. Creció casi un 40% respecto a la estimación de los expertos y, además, su margen bruto que se esperaba en torno a los 1.700 millones rozó los 2.200 millones.